Erika Torres Melo. A los 12 años le diagnosticaron lupus. La enfermedad le causó problemas en los estudios, en la piel, en las articulaciones y en su estado de ánimo. Le costaba entender por qué no podía tomar el sol, ni tener una vida normal, como las demás niñas de su edad.
Tuvo que aprender a convivir con el lupus, a adaptarse a los tratamientos, a los brotes y a las limitaciones, pero nunca se rindió ni se dejó vencer por la enfermedad. Siempre tuvo claro que quería ser madre joven y así lo hizo.
El lupus, una enfermedad poco conocida
Érika dice que el lupus es una enfermedad poco conocida y que muchas veces no recibe la atención ni el apoyo que merece.
Por eso, se ha involucrado en la Asociación de Pacientes de Lupus de Canarias, LUPUSCAN, donde comparte sus experiencias, sus consejos y su lema: «Hay que seguir luchando, es muy duro, pero hay que seguir. Siempre pero siempre sale el sol».