El Gobierno ha lamentado que haya utilizado la «plataforma» que de su reunión en Moncloa para cuestiones que nada tienen que ver con Madrid
Después de meses de enfrentamiento público no ha habido sorpresas y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha aprovechado su visita al Palacio de la Moncloa para cargar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Lo ha hecho por su política en Cataluña, a lo que el Ejecutivo le ha reclamado «lealtad».
Hora y media ha durado el encuentro entre Sánchez y Ayuso en Moncloa, una cita obligada después de la toma de posesión de cada uno de los presidentes autonómicos, que ha acabado con un cruce de reproches.
Ayuso que mantiene un pulso con el Gobierno por las medidas contra la pandemia o los indultos, no ha dudado en criticar con dureza a Sánchez.
El Gobierno ha lamentado que haya utilizado la «plataforma» que supone su reunión en Moncloa para cuestiones que nada tienen que ver con Madrid.
«Los intereses y el futuro de España y el futuro y los intereses de Pedro Sánchez son distintos», ha denunciado la presidenta madrileña.
En rueda de prensa en Moncloa, Ayuso ha relatado que ha aprovechado la ocasión para mirar a Sánchez «a los ojos» y manifestarle sus «discrepancias». En especial la «ruptura del orden constitucional» que, a su juicio, conducen las políticas del Ejecutivo.
«Si sigue por este camino tocará decidir: o su futuro o el de España», ha avisado la presidenta de la Comunidad de Madrid. Ayuso ha trasladado a Sánchez un documento con las principales necesidades de la región y ha abordado también con él la situación de España.
En su opinión, el «deterioro» de las instituciones, de la libertad y de la igualdad en España «es muy grave» y además «corre peligro» el prestigio de España en el mundo.
Considera que España «está secuestrada en manos de minorías que la odian». Ha criticado al presidente por dejarse «humillar, despedazar y hundir» por los nacionalismos.
«Ni Madrid ni ningún otro territorio pueden seguir dejándose pisar por aquellos que odian a España. Por minorías que, bajo consignas racistas y bajo motivos económicos y políticos, están secuestrando a nuestra nación», ha insistido.
Entre las medidas concretas para Madrid que ha reclamado a Sánchez, Ayuso ha pedido una prueba de acceso a la universidad única para toda España o un pacto educativo para «frenar» la ley Celaá.
Respuesta del Gobierno
Tras las duras críticas de Ayuso al Ejecutivo, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, le ha pedido «lealtad institucional». Además, le ha reprochado que haya acudido a Moncloa para intentar usarla como «plataforma».
Montero ha explicado que Sánchez afronta estas reuniones desde la lealtad institucional y ha señalado que ésta debe ser «de ida y vuelta».
Frente a ello ha lamentado que Ayuso haya acusado a Sánchez de permitir que los independentistas roben España a los españoles.
Una frase que Montero ha identificado con el «España nos roba» del independentismo catalán. Por ello, ha expresado su sorpresa porque sea utilizada por la presidenta madrileña.
Frente a estas acusaciones de Ayuso, Montero ha contrapuesto la labor del Ejecutivo en favor de la financiación de las comunidades.
Ha anunciado que el Gobierno tiene intención de convocar este mes de julio el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Lo hará para analizar el reparto de los cerca de 13.500 millones de euros correspondientes a la transferencia extraordinaria comprometida, precisamente, en la última reunión de este órgano, celebrada el pasado 5 de octubre.
Al margen de la financiación autonómica, Pedro Sánchez ha transmitido a Ayuso su malestar por la falta de consenso en la reforma de la Ley que regulará Telemadrid. Fue la primera norma aprobada por la nueva Asamblea regional tras las elecciones del 4 de mayo.
Tal y como ha relatado Montero, Sánchez ha constatado que la presidenta madrileña no cambiará su posición sobre la nueva regulación de la televisión autonómica.
Una reforma, que entrará en vigor el sábado y que contempla que el mandato del director general pase a ser de cuatro años no renovables. Antes era de seis, por lo que la dirección de José Pablo López se daría por terminada.