El Gobierno de Canarias impulsa un ambicioso plan estratégico para 2024-2035 que prevé más de 80 actuaciones educativas prioritarias en todo el archipiélago
El Plan Estratégico de Infraestructuras Educativas 2024-2035 contará con 235,5 millones de euros. Incluye la construcción de nuevas infraestructuras y la ampliación de centros existentes.
«El objetivo es garantizar el acceso equitativo a una educación de calidad en las zonas con mayores dificultades de escolarización», afirmó Poli Suárez, consejero de Educación.
Se han identificado áreas tensionadas como el sur de Tenerife, el sureste de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, con base en estudios demográficos y educativos.
Respuesta a las necesidades educativas
El plan no solo aborda necesidades actuales, sino que busca prevenir problemas futuros. Entre sus metas destacan erradicar las aulas modulares en Canarias, adaptarse a dinámicas poblacionales, flujos migratorios y demandas sociales, ampliar la capacidad educativa y mejorar la calidad de las infraestructuras.
«La planificación es clave para garantizar que nuestras escuelas estén listas para cualquier desafío», añadió Suárez.
Nuevas infraestructuras en todas las islas
En Tenerife, destacan los proyectos del IES Padre Anchieta (14 millones), un nuevo CIFP en Icod (2 millones) y el ya inaugurado CEE en Icod (400.000 euros).
Gran Canaria tendrá un CEO en Playa de Arinaga (13,4 millones), una nueva sede para la Escuela de Actores (500.000 euros) y la reconversión de tres IES a CIFP.
En Fuerteventura, sobresalen el CEIP El Cotillo (4,5 millones) y la ampliación del CIFP Majada Marcial (4,5 millones).
Lanzarote contará con un nuevo CEO en Costa Teguise (10 millones) y un IES en Playa Blanca (15,2 millones), además de varias ampliaciones.
En La Palma, se prioriza la reconstrucción del CEIP La Laguna y la creación de un CIFP en Los Llanos de Aridane.
El Hierro y La Gomera tendrán sus primeros centros de formación profesional.
Compromiso la transparencia
El Gobierno asegura que este es un documento abierto y actualizable, lo que permitirá incorporar nuevas actuaciones según las necesidades futuras.
Los cronogramas de cada obra serán públicos, garantizando que cualquier ciudadano pueda seguir la evolución de los proyectos en tiempo real.
El plan se sostiene sobre principios como priorización, equidad, calidad educativa y colaboración interadministrativa. La financiación proviene de fondos propios, convenios y aportaciones de la Unión Europea.
«La mala planificación del plan 2018-2025 dejó muchas carencias. Ahora trabajamos para no repetir esos errores», concluyó Suárez.