Una vez quede en libertad, no podrá acercarse a ninguno de los niños que intentó secuestrar en Santa Cruz de Tenerife durante cinco años ni comunicarse con ellos
Una mujer ha aceptado este lunes una condena de cuatro años de cárcel tras reconocer ante la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife que intentó secuestrar a dos niños en la capital tinerfeña. Por estos cargos se exponía inicialmente a una posible sentencia de seis años de prisión.
Además a la pena se le restarán los cinco meses que la mujer ha pasado en prisión preventiva.
El fiscal dijo durante la sesión que la condena era ajustada a la gravedad de los hechos y el peligro e inseguridad que causó la condenada cuando cometió los delitos. También, ha querido transmitir tranquilidad a los ciudadanos al recordar que la policía «actuó de forma inmediata y que también se decretó su entrada en prisión provisional».
Orden de alejamiento
Una vez que quede en libertad, no podrá acercarse a ninguno de los niños que intentó secuestrar en Santa Cruz de Tenerife durante cinco años ni comunicarse con ellos.
En la reducción de la petición de pena se tuvo en cuenta, según el fiscal, que no se produjeron daños y que los secuestros no pasaron del grado de tentativa. La mujer condenada indicó que era insolvente y no podía pagar la indemnización de 2.000 euros.
En el primer caso la procesada aprovechó el descuido de los padres. Un niño de tres años se encontraba en el exterior de un bar en Santa Cruz de Tenerife. Entonces lo cogió con fuerza y se lo llevó corriendo.
Un camarero avisó a la familia
Sin embargo, fue vista por un camarero que inmediatamente avisó al familiares. El tío persiguió a la carrera a la mujer para liberar al menor que seguía agarrando con fuerza a la vez que insultaba y escupía al familiar. Finalmente pudo liberarlo y devolverlo a sus padres.
En ese momento comparecieron en el lugar agentes de la Policía Local de Santa Cruz que observaron cómo la mujer intentó huir del lugar y pudieron interceptarla y detenerla.
La segunda ocasión tuvo lugar cuando la señora se disponía a coger una guagua en el intercambiador de Santa Cruz con sus dos hijos menores y se encontró con la procesada que incluso se dirigió a la madre y le dijo directamente: “Dame al niño” para acto seguido agarrar al que tenía 9 años con fuerza y tratar de llevárselo.
Enviada a la unidad de salud mental
Ésta reaccionó y sujetó a su hijo liberándolo de la imputada. Esta comenzó a perseguirlos por la estación mientras gritaba: “Quédate con mi cara” y de forma inmediata la madre avisó a la policía, que no pudo localizar este vez a la autora de los delitos.
«La consecuencia es que los menores sufrieron un gran susto con lo ocurrido y reviven de forma cíclica el temor a que se repita esta situación traumática», se apuntó en el juicio.
Posteriormente se llevó a cabo su detención y puesta a disposición judicial y se decidió enviarla a al Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario para su valoración psicológica.
La mujer fue dada de alta en el mismo día
El resultado es que la mujer se mostró consciente, orientada y tranquila, sin dar señales de que estuviera intoxicada por alguna sustancia y tampoco presentaba déficit de amnesia.
No se detectaron ideas delirantes, de muerte o suicidio y de hecho el examen concluyó con que conserva el juicio de la realidad pero padece un trastorno de inestabilidad emocional de personalidad límite.
Esta enfermedad, según los médicos, no le impide conocer la maldad de sus actos y pese a ello actuar tal y como supuestamente lo hizo. Aquel mismo día se le dio de alta y una semana después se repitió el tercer intento, aunque de este caso no se presentó acusación.
En cualquier caso, ante la “peligrosidad criminal y la gravedad de los hechos” la juez ordenó como medida cautelar urgente su ingreso en prisión provisional, situación en la que se encuentra ahora mismo.