Consiguen estudiar el cúmulo estelar más masivo de la Vía Láctea

El equipo científico del Instituto de Astrofísica de Canarias ha participado en esta investigación de la Universidad de Alicante y han estudiado el enjambre que aglutina distintos tipos de estrellas gigantes en diversas fases evolutivas

Imagen del joven cúmulo estelar Westerlund 1 / Instituto de Astrofísica de Canarias

Un equipo científico liderado por la Universidad de Alicante y en el que participa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha conseguido este estudio. Analizan en detalle el cúmulo estelar joven más masivo de la Vía Láctea, enjambre que aglutina distintos tipos de estrellas gigantes en diversas fases evolutivas.

Un comunicado del IAC explica que este cúmulo constituye un laboratorio de primer nivel. Servirá para el estudio de la formación y evolución de las estrellas masivas

El IAC recuerda que las estrellas tienden a formarse en cúmulos, o grupos de entre diez y varios miles. Aunque presentan diferencias evolutivas, comparten la misma edad y composición. 

Entre los cúmulos que alberga la Vía Láctea destaca, en sus regiones internas, el joven cúmulo Westerlund 1 (Wd 1). Tiene una edad inferior a los diez millones años (como comparación, el Sol tiene cinco mil millones de años). Está considerado el más masivo de la Vía Láctea.

Su población constituye un laboratorio idóneo para el estudio de las estrellas masivas pero se halla oculta tras una región polvorienta que dificulta su estudio. 

Ahora, un grupo científico ha conseguido atravesar estas “tinieblas”, estimar la distancia del cúmulo con gran precisión y analizar la población estelar circundante.

La población de estrellas asociada a Westerlund 1, que parece un glosario de objetos gigantes, abarca todo tipo de estrellas masivas. Abarca desde gigantes y supergigantes de tipo O hasta supergigantes rojas, varias hipergigantes de tipo B extremadamente luminosas o varias hipergigantes amarillas, entre otras. 

Importante hallazgo para estudiar la evolución de las estrellas gigantes

Este estudio se publicará próximamente en la revista Astronomy & Astrophysics. Según él algunas estrellas gigantes muestran fases evolutivas raras y diferentes vías de interacción en sistemas binarios. Esto que convierte este grupo de estrellas en la muestra idónea para desentrañar los procesos evolutivos de las estrellas gigantes. 

Sin embargo, la determinación precisa de las masas y edades de las estrellas depende de los parámetros derivados para el cúmulo. Hasta ahora una de las principales incógnitas residía en su distancia, además del efecto de la extinción de la luz debida al polvo en esas regiones.

Ignacio Negueruela, catedrático de la Universidad de Alicante que encabeza el estudio, explica en la nota que Wd 1 es uno de los objetos más interesantes de la galaxia. Aunque tiene una enorme cantidad de polvo que incluso con un telescopio tan avanzado como Gaia tiene dificultad para dar información de alta calidad. 

Por ello ha sido necesario aplicar un complejo tratamiento estadístico a las observaciones. Así se puede dar un valor tan preciso de la distancia aunque «Gaia nos ha proporcionado mucha más información, ya que nos ha revelado el auténtico tamaño del cúmulo y nos ha permitido identificar estrellas en él que no se conocían», agrega el experto.

Se estudia determinar la distancia de las estrellas que pertenecen al cúmulo

Emilio J. Alfaro, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y coautor del artículo, destaca la importancia de los datos de Gaia para seleccionar las estrellas que pertenecen al cúmulo y determinar su distancia precisa. 

“El cúmulo se encuentra a unos trece mil años luz del Sol. Lo que implica que su masa está más próxima a las cien mil masas solares que a unas pocas decenas de miles, señalándolo como el cúmulo estelar joven más masivo del Grupo Local, si exceptuamos a R136 en la Nube Grande de Magallanes”, indica.

Una de las estrellas es candidata a ser la mayor estrella que conocemos

Todas las estrellas que se pueden ver en este cúmulo son mucho más masivas y luminosas que el Sol. Aunque algunas son tan enormes que «si las colocáramos en el centro del Sistema Solar, llegarían casi hasta la órbita de Saturno. De hecho, una de ellas es candidata a ser la mayor estrella que conocemos. La importancia del cúmulo radica en que todos estos objetos extremos se pueden asociar con la población de la que proceden”, explica Ricardo Dorda, investigador del IAC que participa en el trabajo.

Los datos de Gaia-EDR3, junto con las nuevas observaciones espectroscópicas obtenidas con AAOmega (Espectrógrafo Omega asociado al Telescopio Anglo-Australiano), han permitido al equipo hallar una concentración extensa de estrellas azules. Esta concentración puede estar localizada a unos seis mil quinientos años luz del Sol y que representaría un, hasta ahora desconocido, complejo de formación estelar o un segmento de brazo espiral.

Los expertos indican que la detección de una concentración de estrellas azules, con un movimiento angular muy próximo al del cúmulo, pero a una distancia menor, requiere un estudio más detallado que muestre su naturaleza y origen.

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