Benito Pérez Galdós tuvo una única hija, pero nunca vivieron juntos. La Biblioteca Nacional de España conserva aquellas cartas de un padre a su hija
Benito Pérez Galdós tuvo una única hija, María Pérez Galdós. Nunca vivieron bajo el mismo techo y mantuvieron una relación padre–hija por correspondencia. Televisión Canaria ha buceado entre los manuscritos de la Biblioteca Nacional de España para descubrir las cartas que Galdós escribía a, como él mismo la llamaba, su “Querida María”.
«Mi querida María. Acabo de recibir tu carta y enseguida te escribo porque me voy ya a Puente Viesgo. Te mando un sobre para que me escribas allá. Aquí hizo ayer buen tiempo, y por la tarde llovió, y hoy está lloviznando…«
Así es como Benito Pérez Galdós comenzaba sus cartas para su hija María. Les separaban cientos de kilómetros, pero esta correspondencia les mantenía unidos.
El otro Galdós, el Galdós padre
Según María José Rucio Zamorano, jefa del Servicio de Manuscritos e Incunables de la Biblioteca Nacional de España, “vemos esa ternura, ese padre que escribe a su hija y que está preocupado, que le muestra sus preocupaciones y que tiene un gran deseo de poder estar con ella”.
Leer estas misivas no es leer al Galdós novelista. Su correspondencia nos descubre al Galdós padre, y nos desvela una información única.
“Ahí tenemos al autor desnudo, al autor que escribe sin ningún tipo de limitación”, dice Rucio Zamorano. “Son unas cartas en las que se entremezclan asuntos personales, asuntos literarios, sus viajes, la imposibilidad de ir a verla…”
Sus 29 cartas nos permiten adentrarnos en los entresijos de su corazón para conocer sus lazos con su hija María. Estas misivas nos enseñan al otro Galdós. “Tenemos a un Benito Pérez Galdós padre, a un Pérez Galdós cercano, a un padre amoroso”. Y en estas cartas Galdós terminaba como empezaba, mostrando su profundo amor por su Querida María.
«Tu papá que te quiere muchísimo y te manda dos millones trescientos mil ochocientos veintiocho besos y medio».