Más de cien mil personas han tenido que ser evacuadas. Las inundaciones han sido calificadas por el presidente de China, Xi Jingping, como «extremadamente graves»
Al menos doce personas han muerto por las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales en la ciudad de Zhengzhou, en la provincia china de Henan, en el centro del país. Se ha tenido que evacuar a más de 100.000 personas.
Según recoge el canal chino CGTN, más de 6.000 bomberos y miembros del Ejército chino se han desplegado en la ciudad. Participan en las labores de rescate ante los daños de las severas tormentas que se han registrado en toda la provincia.
Entre los lugares donde están interviniendo se encuentra el sistema de metro. Allí cientos de personas han quedado atrapadas, así como un hotel en el que ha sucedido lo mismo y del que se ha podido evacuar a un centenar de huéspedes, si bien las labores de rescate continúan.
Asimismo, se ha rescatado a más de 150 niños y maestros atrapados en un centro infantil de la ciudad de Zhengzhou. La ciudad, ante la grave situación provocada por las tormentas, ha suspendido todos los vuelos hasta mediodía de este miércoles.
También, se han paralizado más de cien servicios en la estación de tren del este de la ciudad. Lo que ha provocado que muchos pasajeros queden varados. También trayectos entre otras ciudades se han visto afectados por esta situación debido a que Zhengzhou es un importante nudo ferroviario del país.
Las lluvias han causado también cortes del servicio eléctrico, como en el caso de la unidad de cuidados intensivos en el Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Zhengzhou, lo que ha obligado a evacuar a 600 pacientes en esta grave, si bien la energía se ha restablecido en la mañana de este miércoles.
Los expertos dicen que estas lluvias se suele ver una vez cada cien años
Por su parte, el Gobierno chino ha cambiado el nivel de respuesta de emergencia de control de inundaciones a nivel nacional del tres al dos en la madrugada de este miércoles. Lo ha hecho después de que sobre las 1.30 horas (hora local) se haya producido una tormenta sin precedentes en la capital de Henan y la presa de Guojiaju haya colapsado.
Asimismo, las oficinas meteorológicas provinciales de Henan y municipales de Zhengzhou han elevado la respuesta de emergencia al desastre al máximo nivel, el nivel uno.
«Este tipo de lluvias se suele ver una vez cada 100 años. La situación es sombría», ha expresado en un comunicado la sede de control de inundaciones en Zhengzhou, según ‘China Daily’.
Las fuertes lluvias en Henan, que ya se produjeron la semana pasada, han sido provocadas por el tifón In-Fa, que ha afectado también a las provincias de Zhejiang y Fujian, mientras al sur del país el tifón Cempaka ha provocado también fuerte tormentas.
Las autoridades han advertido de que las lluvias continuarán en las próximas horas en Zhengzhou y han renovado la alerta naranja. Mientras tanto, se espera que hasta el jueves las precipitaciones se extiendan también por otras partes del país. Ya están prevenidas ciudades como Hebei, Shanxi, Guangdong, Guangxi, Hainan y Yunnan.
Inundaciones de Henan «sumamente graves» para las autoridades
El presidente de China, Xi Jingping, ha calificado las inundaciones como «sumamente graves» y ha transmitido que la «primera prioridad» debe ser la «protección de la vida de las personas y la seguridad de la propiedad».
Xi ha lamentado los «graves» anegamientos en la provincia de Henan, ante los cuales ha demandado al Ejército y a la Policía «ayudar activamente a los gobiernos locales a realizar labores de rescate y socorro», según informa la agencia estatal Xinhua.
Igualmente, ha llamado a fortalecer la coordinación general, la inspección y la eliminación de riesgos ocultos y la protección de seguridad de la infraestructura importante, así como mejorar el nivel de alerta temprana y pronóstico de lluvias, tifones, torrentes de montaña y deslizamientos de tierra.
El presidente chino ha solicitado también que los departamentos pertinentes en todas las regiones «restablezcan el orden lo antes posible» y ha hecho hincapié en la necesidad de asistir a las personas afectadas por el desastre en cuestiones de «saneamiento y prevención de epidemias», para «prevenir el regreso de la pobreza» y «una gran epidemia después de un gran desastre».