El aumento de casos se ha disparado un 80 por ciento en una semana y la tasa de incidencia ha tardado menos de siete días en pasar de 100 casos a 164
El Gobierno francés ha alertado este domingo a través de su portavoz, Gabriel Attal, del fulgurante comienzo de la quinta ola de contagios de coronavirus en el país. Si bien considera que todavía existe cierto margen de maniobra antes de endurecer las medidas de restricción
«La quinta ola ha comenzado como un rayo», ha avisado Attal en una entrevista conjunta con Europe1, Cnews y ‘Les Echos’. «El aumento de casos se ha disparado un 80 por ciento en una semana y la tasa de incidencia ha tardado menos de siete días en pasar de 100 casos (a siete días por 100.000 habitantes) a 164».
«Todos estos elementos subrayan el vigor con el que se ha reanudado la epidemia», ha lamentado el portavoz. Ocurre en un momento en que el país registra del orden de 20.000 nuevos casos diarios y medio centenar de decesos adicionales todos los días.
Con todo, Attal ha considerado que Francia cuenta con mecanismos de defensa como el alto porcentaje de vacunados en comparación a otros países europeos (más del 70 por ciento de la población).
Attal ha indicado que el Gobierno francés está pendiente de la incidencia a la hora de trazar nuevas estrategias en la lucha contra la pandemia . En particular cuando acaban de abrir las estaciones de esquí tras un aciago año 2020. Y ha planteado la tasa de 200 contagios a siete días por cada 100.000 habitantes como ‘línea roja’.
«Hoy estamos en 164 pero lo más probable es que superemos los 200 en los próximos días. Llegado el caso, se buscarán soluciones a nivel local para que implementar estas medidas de la manera más sencilla posible», ha declarado.
Attal también se refirió a la violenta situación en el archipiélago francocaribeño de Guadalupe. Ahora mismo se encuentra bajo toque de queda nocturno por los graves disturbios de los últimos días por las protestas contra las restricciones y la aplicación de las vacunas. Francia ha enviado un contingente de unos 200 policías para mantener la paz.
«La situación es absolutamente intolerable e inaceptable. Una pequeña minoría trató de convencer a los residentes de Guadalupe de que no se vacunaran . Ahora esta pequeña minoría que antes bloqueaba solo con palabras se ha radicalizado», ha dicho. Menos de la mitad de la población de Guadalupe, según las cifras del Gobierno francés, han recibido al menos una dosis.