El Real Madrid terminó diluyendo este miércoles todo atisbo de rebeldía por parte del Herbalife Gran Canaria para anotarse la eliminatoria de cuartos de final de la Liga Endesa tras un último periodo en el que exhibió un excelso porcentaje en triples ante un correoso rival (75-81).
Rudy Fernández, con 15 puntos y cuatro triples, fue el gran protagonista del desenlace ante un contrincante que echó mano, sin suficiente fortuna, de la muñeca de Slaughter (22 puntos).
Espoleados por los 200 espectadores presentes en el Gran Canaria Arena en su primer partido de la temporada con público, el Herbalife sorprendió al conjunto blanco con la versatilidad de Okoye y Slaughter, pero sobre todo por la polivalencia de Khalifa Diop.
El canterano de origen senegalés se convirtió en la punta de lanza claretiana con siete puntos de arranque, incluyendo un mate sobre Taylor en carrera que dejó a los canarios con un esperanzador 13-6 en el electrónico.
Sin embargo, un triple de Carroll y cinco puntos casi consecutivos de Llull permitieron al Madrid recuperar los mandos en el marcador (13-14), cerrándose el primer cuarto con un más que ajustado 15-16.
En el segundo cuarto se mantuvo la igualdad. Los locales mantenían la nave curiosamente con la aportación de sus jugadores interiores, especialmente con el polaco Olek Balocerowski, mientras los pupilos de Pablo Laso echaban mano del tiro exterior para neutralizar el empuje insular (20-23).
Como contraste, los hombres de Porfi Fisac naufragaban en el perímetro (0/7 en tiros de 3), hasta que entró en escena John Shurna para rubricar dos triples seguidos (26-23).
Tras la «lasina» otorgada a Garuba, el Real Madrid volvió a ajustar las tuercas en defensa y en vanguardia, tomando de nuevo la batuta del partido (35-37) y sacando lo mejor de la Pantera de Azuqueca (8 puntos de Usman antes del descanso).
El Real Madrid se reactivó tras el descanso
En la reanudación siguió el intercambio de golpes. Carroll y Alocén asumían nuevos galones entre los blancos, mientras que Okoye capitalizaba las operaciones ofensivas de los amarillos e igualaba la contienda con un mate sobre la oposición de Tavares (45-45) en pleno ecuador del tercer periodo.
Pero el panorama cambió a partir de ese momento. Alocén, que había sido otro de los jugadores en recibir las genuinas broncas de Laso, se convirtió en el revulsivo de los visitantes, catapultando a los suyos con la máxima ventaja hasta el momento (51-58), lo que desactivó las acometidas de Balcerowski y Costello.
De nuevo el acierto en el triple agravó la herida en el marcador, entrando en escena la clase de Rudy Fernández, una baza que terminó por anular el empuje de Slaughter en las filas isleñas (60-72).
Los triples de Costello y los tiros libres de Slaughter permitieron a los amarillos colocarse a seis puntos en el último minuto, pero al final un tapón de Poirier sobre Costello terminó truncando el milagro isleño, alcanzando así el Real Madrid su billete para semifinales.