El accidente se produjo al circular el vehículo al doble de la velocidad permitida para la vía y provocó la muerte de 80 personas. El maquinista, Francisco José Garzón Amo, se ha derrumbado en el juicio al recordar el siniestro
Francisco José Garzón Amo, maquinista del Alvia siniestrado el 24 de julio de 2013 en la entrada a Santiago, ha señalado este jueves, que solamente va a contestar a las preguntas del abogado que se ocupa de su defensa, Manuel Prieto.
La sesión ha dado comienzo a las 9:42 horas en el edificio de la Ciudad de la Cultura habilitado para esta vista oral, que se prevé dure nueve meses.
La segunda jornada ha arrancado esta mañana con un ambiente muy distinto al del miércoles, pues el inicio estuvo marcado por las protestas de las víctimas y la presión mediática sobre los acusados.
Sin embargo, este jueves, una decena de policías ha flanqueado la entrada y ha acordonado la zona para evitar que la prensa se aproxime.
Con todos los medios de comunicación a metros de distancia de la entrada, pasadas las nueve de la mañana, ha accedido al edificio el maquinista, Francisco José Garzón Amo, acompañado de varios policías y de su abogado.
Llegada de Andrés Cortabitarte
Minutos más tarde ha accedido en coche hasta la rampa principal de acceso al edificio el otro acusado, el responsable en el momento del accidente de la seguridad en la circulación de Adif, Andrés Cortabitarte.
Cortabitarte, que en la víspera fue agredido levemente por el padre de una de las ochenta víctimas mortales de este siniestro, ha llegado con escolta policial. Al entrar por la puerta principal del edificio, una de las víctimas le ha insultado y lo ha calificado de «asesino», «cerdo» e «impresentable».
El del Alvia será un juicio largo que estará centrado en la responsabilidad de Garzón, que encaró la curva de A Grandeira a más del doble de la velocidad permitida (191 km/h frente a 80), y la del otrora alto cargo del administrador de la infraestructura. En su caso, por eventuales problemas que pudiesen haber afectado a la seguridad, al no prever un frenado técnico.
A Garzón y Cortabitarte se les imputan, respectivamente, ocho decenas de fallecimientos por imprudencia grave profesional. Además de 145 de lesiones por el mismo motivo y un delito de daños, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
El maquinista se desmorona al recordar el accidente
El maquinista se ha desmoronado en la segunda sesión del juicio al recordar el día del descarrilamiento. Se le saltaron las lágrimas cuando su letrado, Manuel Prieto, fue directamente al siniestro y a su situación dentro de la cabina. Garzón Amo se quedó encajonado, lesionado, imposibilitado para salir y sin opción siquiera a romper la ventanilla.
«Perdón, perdón, perdón», exclamó emocionado el conductor de aquel tren. La jueza presidenta de la sala, María Elena Fernández Currás, le pidió que se tranquilizase. Cuando esto ocurrió eran las 09:50 de la mañana y la sesión llevaba menos de diez minutos escasos.
Las primeras preguntas de Manuel Prieto a su defendido fueron acerca de su preparación. Garzón Amo contestó que estaba formado en la vía dos de la línea Santiago-Ourense, pero no en la uno, que es donde se produjo el siniestro.