Díaz-Canel asume el liderazgo del partido tras la salida de Raúl Castro, confirmada el pasado viernes
El Partido Comunista de Cuba (PCC) ha elegido como su nuevo líder a Miguel Díaz-Canel, que de esta forma pone fin a la bicefalia imperante en la isla durante los últimos años y toma definitivamente las riendas de la revolución política lanzada en su día por Fidel Castro y heredada por su hermano Raúl.
Castro ha presentado un informe en el que destaca que la elección de Díaz-Canel no es fruto de la improvisación, sino de una pensada selección de un «joven revolucionario» con condiciones.
«Transitó con éxito, durante 15 años, como primer secretario del Partido en las provincias de Villa Clara y Holguín, luego de lo cual se nombró Ministro de Educación Superior, Vicepresidente del Consejo de Ministros y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, cargos que simultaneó con la atención del frente ideológico en el Partido», ha destacado el expresidente.
Igualmente ha señalado que en los tres últimos años Díaz-Canel ha sabido formar equipo y fomentado la cohesión con los órganos superiores del Partido, el Estado y el Gobierno.
El mensaje, con tintes de despedida, destaca el «deber cumplido y la confianza en el futuro de la Patria», así como «la meditada convicción de no aceptar propuestas para mantenerme en los órganos superiores de la organización partidista, en cuyas filas continuaré militando como un combatiente revolucionario más, dispuesto a aportar mi modesta contribución hasta el final de la vida».
Marcha de Raúl Castro
Raúl Castro, de 89 años, confirmó el viernes lo que era ya un secreto a voces, que dejaría de ser el primer secretario del Comité Central del PCC, y este lunes, en la última jornada del octavo congreso, se ha confirmado el nombramiento de Díaz-Canel. Concluye así una transición que arrancó en 2018, cuando Díaz-Canel se hizo con le jefatura de Estado.
El nuevo máximo dirigente del PCC ha mantenido un perfil discreto durante la jornada, al principio de la cual ha publicado un escueto mensaje en Twitter: «19 de abril, día histórico en que culmina el histórico Octavo Congreso del PCC».
No obstante, durante su discurso tras ser elegido como nuevo líder, ha señalado que «lo que recibimos hoy no son cargos y tareas; no es solo la conducción de un país. Lo que tenemos delante es una obra heroica descomunal», según recoge el medio Cuba Debate.
«La generación histórica trabajó siempre en la formación de las nuevas generaciones y ha facilitado el traspaso generacional», ha continuado, para referirse a Castro, sobre el que ha aseverado que «estará siempre presente, combatiendo con energía, aportando ideas y propósitos a la causa revolucionaria a través de sus consejos y orientación y su alerta ante cualquier error o deficiencia».
«El general de Ejército continuará siempre presente, porque es un referente para cualquier comunista y revolucionario cubano. Raúl, como cariñosamente le llama su pueblo, es el mejor discípulo de Fidel, que, como él, ha aportado grandes valores a la ética revolucionaria y a la labor partidista», ha agregado, para desgranar su «obra colosal» de los últimos diez años.
Desafíos del futuro
Por otro lado, el nuevo líder del PCC ha subrayado el «amplio y rico debate» del Congreso, en el que se ha tratado «el complejo escenario nacional e internacional», en el que «hay demasiadas puertas cerradas para las naciones con menos recursos y mucho más para quienes nos empeñamos en ser soberanos».
Entre los «desafíos» abordados en la cita, Díaz-Canel ha subrayado los «asociados a los intentos de dominación y hegemonía de los pueblos por el Gobierno estadounidense» y el «brutal bloqueo».
«El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a Cuba por más de 60 años, arreciado en los periodos de mayor crisis para que el hambre y la miseria provoquen un estallido social que socave la legitimidad de la Revolución, es la más larga afrenta sostenida en el tiempo contra los Derechos Humanos de un pueblo, y constituye, por sus efectos, un crimen de lesa humanidad», ha incidido, para señalar a los medios como plataformas de «manipulación».
En este sentido, ha reiterado que el «reclamo» de Cuba es que se ponga fin a este bloqueo. «Será sin tregua una lucha incesante mientras permanezca esta política despiadada y genocida», ha recalcado.
Respecto a Estados Unidos, ha condenado también que «continúan las campañas de subversión e intoxicación ideológica promovidas por agencias y entidades» de este país, las cuales, en sus palabras, están dirigidas a «desprestigiar a Cuba» y «aprovecharse de las necesidades de nuestro pueblo».
«Nuestra aspiración es vivir en paz y relacionarnos con nuestro vecino del norte como lo hacemos con el resto de la comunidad internacional, sobre bases de igualdad y respeto mutuo, sin injerencias de ninguna índole», ha añadido Díaz-Canel.
En este sentido, ha dicho que las «prioridades de política exterior» de Estados Unidos, el cambio climático, la pandemia, la promoción de Derechos Humanos y los temas migratorios, «constituyen áreas en las que el interés de ambos pueblos y el beneficio mutuo multiplicarían las posibilidades de cooperación bilateral si verdaderamente se buscan soluciones a problemas tan complejos».
Igualmente, ha expresado su «voluntad» de «desarrollar relaciones de amistad y de cooperación con cualquier país del mundo». «No marchamos sobre una ruta probada, estamos desafiados a innovar constantemente, cambiando todo lo que deba ser cambiado sin renunciar a nuestros más dignos principios», ha expuesto.
Por otro lado, ha apuntado a «la guerra desde la derecha más ultraconservadora que apela a todo para destruir cualquier proyecto de izquierda». «La Revolución cubana no será entregada ni calumniada por aquellos que pretenden jugar con la suerte de la patria», ha aclarado al respecto, al tiempo que ha destacado que, en ese escenario, «la virtud estará en saber cerrar filas en la defensa de la patria».
«Continuaremos trabajando en la implementación de la Constitución y en la búsqueda de equidad y justicia social y el ejercicio pleno de los Derechos Humanos para alcanzar un socialismo próspero, democrático y sostenible», ha sentenciado.