El municipio tinerfeño de Los Realejos recibió a miles de personas que disfrutaron de los fuegos artificiales y las cruces engalanadas
El municipio de Los Realejos, en el norte de Tenerife, recuperó este martes su día grande de cruces y fuegos. La tradición la protagonizaron más de 300 cruces engalanadas, especialmente en La Cruz Santa, junto al pique de enrames y pirotécnico entre calles El Sol y El Medio.
Miles de personas que se acercaron a visitar también su cruces engalanadas. Pero la mayor expectación se dio con la exhibición de fuegos, que volvió a recuperar la esencia del 3 de mayo, anterior a la pandemia. El pique pirotécnico entre las calles de El Sol y El Medio no defraudó.
A las 22:00 horas se inició la procesión nocturna, momento en que cargadores y cargadoras de la Calle El Sol tomaron nuevamente la Cruz desde la iglesia hasta su capilla mientras iluminan el cielo de todo el norte de la isla con su particular ofrenda de fuegos artificiales.
En la Calle de La Pila, divisoria de la anterior con la Calle El Medio, se produjo el emocionante traspaso de la Cruz a hombros de su gente, encargada de devolver al Santo Madero a la parroquia que la custodia, tras lanzar su respectiva ofrenda de fuegos artificiales. Entre ambas calles rondaron las dos horas de espectáculo pirotécnico.