La victoria en Italia puede ser engañosa, el el conjunto de Zidane plantea el duelo como si la ventaja madridista no existiese
El regreso tres años después del Real Madrid al escalón que suben los ocho mejores equipos de Europa, lo pone en juego ante un Atalanta que se caracteriza por su locura ofensiva, planteando Zinedine Zidane el duelo como si la ventaja madridista de un tanto cosechada en Italia no existiese, para volver a pisar terreno de cuartos.
Y una vez conseguido el primer objetivo, superar la barrera de octavos de final en la que se volvió a estancar el Real Madrid dos temporadas consecutivas, ya puede ocurrir cualquier cosa con el equipo más laureado de la competición. Alguna de las trece conquistas llegaron con plantillas de inferior calidad a la actual. Un equipo falto de gol pero que ya ganó la última Liga desde su fortaleza defensiva.
‘Mister Champions’
Zidane se ganó en su primera etapa el calificativo de ‘mister Champions’. El único entrenador que conquistó tres ediciones consecutivas del torneo de mayor prestigio a nivel de clubes. Y hasta lo ocurrido ante el Manchester City el pasado curso, con la eliminación marcada por la expulsión de Sergio Ramos en la ida y dos errores garrafales de Raphael Varane en la vuelta, el técnico francés nunca había perdido una eliminatoria de la Liga de Campeones.
Debe recuperar esa seguridad en eliminatorias ante el Atalanta, con el aviso de lo ocurrido en el Santiago Bernabéu hace dos ediciones ante el Ajax la última vez que encaró unos octavos con ventaja en la ida. Para prevenirse, no descarta Zidane recurrir a defensa con tres centrales como ensayó en Liga sin éxito en sus dos últimos compromisos.
El regreso de Sergio Ramos permite armar una línea que rebaje la pegada del Atalanta, con Nacho Fernández y Varane como escoltas, y dos bandas completas al poderío físico de Ferlan Mendy y Lucas Vázquez. Debe decidir Zidane si apuesta por esta vía o sale a intercambiar golpes con el rival manteniendo un tridente ofensivo en el que solo Karim Benzema asegura el gol.
Ausencias indiscutibles
Sufre el técnico francés el condicionante de tres ausencias de indiscutibles. Dani Carvajal ausente en el lateral derecho por lesión, el brasileño Casemiro sancionado deja al equipo sin su pieza clave en el equilibrio y Eden Hazard suma un capítulo más a su larga lista de lesiones. Su titularidad no entraba en los planes, lejos de un tono físico adecuado para poder acercarse al que era, sin ritmo para un duelo de tal intensidad. Un problema muscular en el psoas lo deja nuevamente fuera de combate tras reaparecer apenas quince minutos.
La entrada del uruguayo Fede Valverde parece asegurada en la medular en un centro del campo junto a Toni Kroos y Luka Modric que llegan con descanso para tener las piernas frescas.
En ataque tiene opciones Marco Asensio, sin minutos ante el Elche tras nueve titularidades, pero más el brasileño Rodrygo tras el buen nivel mostrado. En su competición preferida, una ‘Champions’ en la que ha firmado cinco goles en apenas siete titularidades y once apariciones.
El Atalanta llega para jugar
El Atalanta llega al Alfredo Di Stéfano para jugar, según admitió su técnico Gian Piero Gasperini, el partido más prestigioso de su historia. Con una pareja colombiana formada por Luis Muriel y Duván Zapata, en gran estado de forma y con la convicción de tenerlo todo para sellar el pase de ronda.
Si el Real Madrid jugó el sábado contra el Elche, el Atalanta anticipó su compromiso liguero al viernes y doblegó 3-1 sin despeinarse al Spezia, con un golazo del colombiano Luis Muriel y el también cafetero Duván Zapata y el esloveno Josip Ilicic que dieron una asistencia cada uno, sin forzar los ritmos y gestionando minutos.
Pese a tener clara la dificultad de su desafío, el Atalanta llega con la moral alta y convencido de que puede tutear a los grandes de Europa. Este año ya ganó 2-0 en Anfield al Liverpool y 1-0 en Amsterdam contra el Ajax. Añadir al Real Madrid a su lista sería un logro histórico.