En septiembre de 2015, el Brigada y el soldado acosado se desplazaron con un grupo de efectivos de la Unidad a la Academia de Artillería de Segovia
El Supremo confirma penas de entre 8 y 10 meses prisión a cinco sargentos por acosar y hostigar a un compañero. La Sala de lo Militar confirmó la condena a penas de entre 8 y 10 meses de prisión impuesta a cinco sargentos del Ejército de Tierra por acosar a otro compañero también sargento en la Batería Mistral del Regimiento de Artillería de Campaña 93 (RACA 93) de Tenerife, donde estaban destinados, desde 2015 hasta 2017.
La Sala desestima los recursos de casación interpuestos por los cinco militares contra la sentencia de un Tribunal Militar que condenó a uno de los sargentos a 10 meses de prisión.
Así como a los otros cuatro a 8 meses de prisión por un delito consumado contra el ejercicio de los derechos fundamentales. También a las libertades públicas de los militares. Además, condenó a todos ellos a indemnizar con 3000 euros al sargento víctima del delito por daños morales.
Condena a militares
Los hechos recogen que el soldado acosado, pese a no ser el más antiguo fue colocado por el Brigada de la Unidad en el simulador. Se trata de un puesto apreciado en la Batería Mistral por ser muy especializado.
Los cinco condenados que llamaban «rata» a su superior, sin que éste lo supiera empezaron a utilizar ese término para referirse a su compañero, por la buena relación que mantenía con el Brigada.
En septiembre de 2015, el Brigada y el soldado acosado se desplazaron con un grupo de efectivos de la Unidad a la Academia de Artillería de Segovia para realizar de lunes a viernes ejercicios de instrucción y de evaluación en el simulador.
Del mismo modo, la tropa planteó la posibilidad de adelantar la evaluación al jueves y así poder salir esa noche sin la presión de tener que ser evaluado al día siguiente. El sargento rechazó la petición porque consideraba que a Segovia se había ido a trabajar.
El Supremo confirma penas
De regreso a Tenerife, un militar le afeó que desvelara ante el Brigada que otro sargento se cogiera un día de asuntos propios por una resaca. A partir de ese momento, según los hechos probados se incrementó “la presión” sobre él.
Durante todo el año 2016 y hasta que causó baja psiquiátrica estuvo desplazado del grupo de sargentos condenados y fue objeto de constantes insultos. Lo llamaban «chivato», «rata», «comepollas del Brigada», «putita del Brigada».