«Me ha costado mucho ganar el partido, no ha sido nada fácil, pero es una alegría», reiteró en una rueda de prensa el gijonés
El tenista español Pablo Carreño se mostró este viernes desbordado de felicidad tras ganar la medalla de bronce en la categoría individual contra el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic. Una sensación que calificó de «indescriptible».
«Estoy incluso más contento que cuando gano un torneo, es una sensación nueva para mí. (…) Ganar una medalla… esta sensación no la había tenido nunca y la verdad es que es algo indescriptible», dijo el asturiano al ser preguntado por sus sensaciones tras el encuentro, en el que ganó en tres set por 6-4, 6-7 (6) y 6-3.
«Me ha costado mucho ganar el partido, no ha sido nada fácil, pero es una alegría», reiteró en una rueda de prensa el gijonés, que aseguró que cuando se tiró al suelo tras ganar el punto de partido «no podía pensar en nada, sólo podía pensar en que (Djokovic) había fallado y que había ganado el partido, no terminaba de creérmelo.
Sentimientos encontrados
Carreño enfrentaba este partido con sentimientos encontrados tras su implacable victoria ante el ruso Daniil Medvédev y su posterior derrota ante su compatriota Karén Khachánov.
«Sabiendo que va a ser muy difícil esa final, como que te relajar un poco», dijo Carreño, que anoche durmió «como nunca», nuevo horas y media del tirón, para enfrentar el partido recargado.
El gijonés dijo que antes de encaminarse al partido vio la final de dobles mixtos de tiro, en la que los españoles Fátima Gálvez y Alberto Fernández se alzaron con el oro, y le ha ido bien para inspirarse y motivarse para su gesta.
«Al final he conseguido reponerme tanto física como mentalmente para encarar este partido al 100 % y nunca es fácil jugar contra el número uno del mundo, pero hemos preparado un partido tácticamente, creo que las cosas han salido muy bien», declaró.
«He salido al partido sabiendo que toda España estaba conmigo, que necesitaba darlo todo otra vez, que podía perder e irme sin una medalla, pero no iba a dejar de creer y no iba a dejar de intentarlo hasta que se acabara el último punto», señaló el medallista.
Carreño dijo haber cumplido un sueño llegando a los Juegos y subiéndose al podio, «algo que había soñado tantas y tantas veces y que se ha hecho realidad», y sólo tuvo palabras de agradecimiento para toda su familia, la gente que le ha apoyado y su equipo.