El candidato presidencial republicano, Donald Trump, ha declarado este miércoles su victoria en las elecciones a la Casa Blanca y celebrado un «momento histórico» como el comienzo de una «era dorada» para el país.
Trump, acompañado de su familia y de su candidato a la Vicepresidencia, J.D. Vance, ha celebrado su triunfo como la expresión de su movimiento MAGA (Make America Great Again).
«Un movimiento como nadie ha visto nunca. El movimiento político más grande que se ha visto nunca en este país», ha declarado desde su cuartel electoral de West Palm Beach (Florida).
Trump habría conseguido la victoria en cinco de los siete «estados-bisagra» imprescindibles tanto para el candidato republicano como a su rival y vicepresidenta del país, Kamala Harris. El expresidente ha ganado en Carolina del Norte y Georgia, según las proyecciones, y encabeza la intención de voto en las encuestas en Pensilvania, Arizona, Wisconsin y Michigan. «Juego, set y partido», manifestó en su cuenta de la red social X el dueño de la misma y gran propulsor de la campaña de Trump, el magnate sudafricano Elon Musk.
Harris, por contra, solo ha podido ganar en el estado de Virginia, un resultado decepcionante, habida cuenta del tiempo invertido durante la campaña en estos «territorios bisagra».
Las penurias del Partido Demócrata no han terminado aquí. Todo parece indicar que los republicanos habrían recuperado el control del Senado, la cámara alta del Congreso de Estados Unidos, y preservarán su mayoría en la cámara baja, la Cámara de Representantes.
Los resultados provisionales conceden a los republicanos 51 escaños del Senado
El triunfo en el Senado obedece a tres victorias clave: la del gobernador por Virginia Occidental Jim Justice en la carrera a la vacante dejada por el senador independiente Joe Manchin; la del candidato republicano por el estado de Ohio al Senado de Estados Unidos, Bernie Moreno, quien ha derrotado al hasta ahora ocupante demócrata del asiento, Sherrod Brown, y finalmente la de la senadora Deb Fischer, que ha derrotado en Nebraska al independiente Dan Osborn.
Los resultados provisionales conceden así a los republicanos 51 escaños del Senado, la mitad más uno, y hace innecesaria la hipotética posibilidad de que que un vicepresidente republicano — en este caso J.D. Vance, si se confirma el triunfo de Trump — pudiera romper cualquier empate a su favor. «Una mayoría republicana en el Senado», ha aplaudido la bancada republicana en la cuenta oficial en la red social X de la formación, «dispuesta a luchar por vosotros».
Los republicanos ya han avanzado que tienen la intención de socavar la ley climática del presidente saliente del país, Joe Biden, derogar las regulaciones sobre la producción de energía, fortalecer la frontera de Estados Unidos con México y extender las exenciones fiscales de Trump de 2017.
Sin embargo, el partido está profundamente dividido sobre el presupuesto y las cuestiones de política exterior, incluida la financiación para Ucrania. Esas divisiones, y la regla de obstrucción del Senado que requiere 60 votos para avanzar en la mayoría de las leyes, requerirán trabajar con los demócratas minoritarios.
Harris no se rinde
La campaña de Harris todavía se resiste a perder. Fuentes próximas a la candidata indican al diario ‘The Washington Post’ que todavía se aferran a la participación urbana de los estados del llamado Muro Azul, como Michigan, Pensilvania y Wisconsin, 44 votos electorales que podrían dar un vuelco de última hora a los comicios.
Las fuentes de campaña apuntan, en este sentido, que todavía quedan muchos votos por contar en Filadelfia, Detroit o Milwaukee, ciudades que no publicarán resultados finales hasta dentro de unas horas.
El codirector de la campaña de Harris, Cedric Richmond, ha informado de que la candidata demócrata no se dirigirá a sus simpatizantes la noche de este martes, si bien se espera que hable miercoles, puesto que considera que «todavía» quedan votos por contar. «Todavía tenemos estados que aún no han sido declarados ganadores», ha remarcado.
Asimismo, Richmond ha dicho que seguirán luchando «para asegurarse de que se cuente cada voto» y de que «cada voz haya hablado», según declaraciones recogidas por la cadena de televisión estadounidense CNN.
240 millones de estadounidense acudieron a las urnas
Este martes, más de 240 millones de estadounidenses acudieron a las urnas en unas de las elecciones más observadas a nivel mundial. Con una fuerte polarización política y temas clave como la economía, la inmigración en juego, los votantes acudieron a los colegios electorales sin tener un claro favorito para ocupar la presidencia, ya que Harris y Trump llegaron a los comicios prácticamente en situación de empate técnico.
Los candidatos de los principales partidos, Donald Trump y Kamala Harris, han hecho especial énfasis en los estados bisagra como Florida, Pensilvania y Georgia,. La participación en estos estados será decisiva, y expertos señalan que un alto índice de voto anticipado podría favorecer a uno u otro bando.
Trump aspira a un segundo mandato no consecutivo tras perder en 2020 ante Biden. Por su parte, Harris busca continuar con el legado del presidente, a quien desde el seno del Partido Demócrata instaron a renunciar a su candidatura
Una participación récord
La secretaria de Estado de Michigan, la demócrata Jocelyn Benson, apuntó este martes que el estado norteño podría registrar una participación récord en las elecciones de Estados Unidos 2024, que miden al expresidente estadounidense Donald Trump con la actual vicepresidenta del país, Kamala Harris.
«Los ciudadanos de Michigan ya están votando en cifras récord», aseguró Benson, que aludió al aumento del voto anticipado y por correo, una modalidad de participación electoral que dominó en las presidenciales de 2020, marcadadas por el coronavirus.
De acuerdo con la secretaria de Estado michiguense, más de 3,3 millones de personas ya habían participado en las elecciones antes de la apertura de los colegios electorales este martes. En las elecciones de hace cuatro años participaron un total de 5,4 millones de personas y Joe Biden se hizo con la victoria.
Varios disturbios
Las autoridades de Michigan han arrestado a un joven de 25 años, identificado como Isaac Sissel, que había enviado una advertencia al FBI en la afirmaba que llevaría a cabo un ataque «contra la inmundicia cristiana conservadora en caso de que Trump gane las elecciones».
«Tengo un (fusil semiautomático) AR-15 robado y un objetivo que me niego a nombrar para poder seguir con mis planes», ha señalado Sissel en su amenaza, donde asevera que «no hay nada que el FBI pueda hacer hasta que complete el ataque». El detenido comparecerá ante un tribunal este mismo martes.
Además, la Policía del Capitolio de Estados Unidos ha informado de que ha detenido a un hombre que «olía a combustible» y que portaba una pistola de bengalas en el centro de visitantes.
También fue detenido un trabajador electoral tras enviar supuestamente una carta a la oficina de la ciudad de Gray, en Georgia, en la que amenazaba con poner una bomba en el centro de votación del disputado estado, que ha registrado una gran participación desde que se inició el plazo para votar de forma anticipada.
¿Qué son los estados bisagra?
Los estados bisagra, también conocidos como ‘swing states‘ o estados pendulares, son entidades clave en el sistema electoral de los Estados Unidos, especialmente durante las elecciones presidenciales.
Se caracterizan por su volatilidad en la preferencia política, alternando su apoyo entre candidatos demócratas y republicanos en diferentes elecciones. Esto los convierte en territorios altamente competitivos, donde el resultado es incierto hasta último momento.
A diferencia de los estados con una clara predominancia de un partido, los estados bisagra suelen reflejar las divisiones ideológicas y culturales del país.
Esto los transforma en verdaderos campos de batalla para los candidatos, que invierten gran parte de sus campañas dentro de estas áreas, conscientes de que ganar estos estados puede significar la victoria electoral.
Entre los estados bisagra más conocidos se encuentran Florida, Pensilvania, Michigan y Wisconsin, aunque la lista puede variar de una elección a otra. En estos estados, el voto independiente y los electores indecisos juegan un papel crucial, ya que son quienes suelen inclinar la balanza en favor de un candidato.
Debido a su impacto en el resultado final, los estados bisagra reciben especial atención mediática y son constantemente analizados por expertos y encuestadores en cada ciclo electoral.