Después de caer en el debut en el torneo ante Georgia, el duelo se presentaba como capital para el combinado de Sergio Scariolo, vigente campeón
La selección española dio un paso importante en sus aspiraciones a meterse entre los dieciséis mejores equipos del Eurobasket tras imponerse este sábado de forma contundente a la de Bosnia-Herzegovina (88-67) impulsada por el contraste entre los triples anotados (15 de 38) y los fallados por su rival (3 de 21).

Después de caer en el debut en el torneo ante Georgia, el duelo se presentaba como capital para el combinado de Sergio Scariolo, vigente campeón. Con Chipre muy inferior al resto de equipos y firme candidata a marcharse de vacío, ganar a los bosnios casi obligaba a estos últimos a derrotar al menos a los georgianos, a Italia o a Grecia para intentar estar en octavos.
Primer cuarto
Ese punto de presión hizo que el cuadro español no estuviese fino en el arranque, encadenando más de tres minutos y medio sin anotar tiros de campo. De los cinco intentados en ese tramo, cuatro fueron perimetrales; bosquejo del plan de decantar el choque abrasando desde lejos al rival durante toda la noche, a pesar de las dudas que generaba el 7 de 32 en ese apartado durante el estreno ante Georgia.
La fe en esa idea terminó por dar frutos entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo. Con 15-13 en el marcador, como si de repente hubiera recibido una señal, España empezó a enchufar lanzamientos exteriores en cadena. Fueron cinco seguidos, tres de ellos de Darío Brizuela. Casi siete, pues se sumó a la fiesta Santi Aldama con otros dos intercalados entre canastas de Willy Hernangómez y Santi Yusta. Cuando terminó el vendaval, el resultado era de 40-24 a falta de dos minutos para el descanso.
Tercer acto
Abonados a la filosofía de que si algo funciona es mejor no tratar de arreglarlo, España siguió por la senda marcada tras el paso por vestuarios, presentándose en el parqué con otros cuatro más, un par de ellos seguidos de Joel Parra. El 12 de 24 en esa estadística, en contraste con el 1 de 12 del oponente, elevó la renta favorable hasta los veintidós con poco más de tres minutos jugados del tercer acto.
Hecho el trabajo, ‘La familia’ se permitió el lujo de poder ‘disfrutar’ sin agobios durante un cuarto de hora. Un contexto ideal para que algunos jugadores pudieran mejorar sus sensaciones y ganar confianza de cara a lo que viene. Ese ‘regalo’ lo aprovecharon dos pilares como los hermanos Willy y Juancho Hernangómez y jóvenes como Sergio De Larrea y Mario Saint-Supéry.
Con un balance de una victoria y una derrota en los dos primeros encuentros, España se medirá ahora a Chipre, un rival teóricamente inferior ante el que intentará seguir puliendo detalles de pensando en los duelos ante Grecia e Italia, estos más decisivos a la hora de perfilar sus opciones futuras en el torneo.
Previa al partido
España se enfrentó este sábado a Bosnia y Herzegovina, selección que inauguró este torneo europeo con una victoria frente a Chipre, anfitriona del Grupo C del Eurobasket.

Nurkic, la figura a seguir en el equipo bosnio
España jugó su segundo partido con un planteamiento colectivo aún por mejorar, tras las malas sensaciones dejadas frente a la selección georgiana. La inexperiencia, unida a las numerosas lesiones, pasó factura en un debut doloroso que el conjunto español espera superar con creces.
La figura a seguir dentro de la selección balcánica es el pívot Jusuf Nurkić, jugador de los Utah Jazz, quien cerró el partido frente a Chipre con 18 puntos y 6 rebotes en 21 minutos de juego. Sus 11 temporadas en la NBA aportan experiencia a un equipo que también cuenta con otros nombres destacados, como Edin Atić, alero del Río Breogán.
El equipo bosnio ganó a Chipre por una diferencia de 27 puntos (91-64), dejando buenas sensaciones ante la anfitriona del Grupo C, que también incluye a Grecia, Italia, Bosnia y Herzegovina, Georgia y la propia selección española.