Gas, electricidad, carburantes, grano y la vivienda son las consecuencias económicas más notables del conflicto bélico en Ucrania
La consecuencia más notable es el incremento del precio de los suministros tanto de electricidad como de gas.
El gas deja un sobrecoste en la factura de entre 46 euros y 136 euros al mes, y en la factura de la luz de más de 50 euros al mes.
En cuanto al precio del carburante, el diesel ha subido un 20% y la gasolina un 15%, lo que se traduce en unos 22 euros de media más caro que hace un año.
Los alimentos son otros de los grandes perjudicados. El primer lugar lo ocupan los cereales. El trigo y el maíz que España importa desde Ucrania se ha incrementado hasta en un 42%. Con todo, se han puesto restricciones al aceite de girasol, una medida que aseguran desde la OCU no está justificada.
En general, en el último mes el precio de los alimentos ha experimentado una subida del 0.8%, lo que repercutirá en un incremento anual del 5.6%.
Otras áreas como la vivienda se verán afectadas, con una demanda que podría retraerse debido al aumento del IPC y de determinados suministros.
La caída de las bolsas europeas han sido otro de los retrocesos importantes. Una caída que se podría prolongar en el tiempo si el conflicto se alargase.
Las previsiones de crecimiento no sólo se verían afectadas en nuestro país, están frenadas, si no que además empeorarían a no ser que la Unión Europea sirva de nuevo como balón de oxígeno.