La iniciativa ciudadana Fénix Gran Canaria ha asegurado que la implantación de una base de hidroaviones en Canarias para actuar contra incendios «no» es eficiente. Considera que es mejor invertir más dinero en prevención
La organización, que permite participar activamente a la sociedad en la recuperación de los montes de Gran Canaria tras el incendio de 2019, ha mantenido que «todo ayuda, cuanta más agua se eche, mejor». Sin embargo, considera que «todos los recursos se deberían de destinar a prevención» porque «la batalla con el fuego» está «perdida».
El director técnico de Fénix Gran Canaria, Roberto Castro, ha afirmado en unas declaraciones a Europa Press que en el incendio que atacó al municipio de Arico, en la isla de Tenerife, el pasado mes de mayo, los hidroaviones actuaron desde el principio porque se encontraban en Canarias realizando maniobras. Ha insistido en que el fuego corrió «sin control» durante seis horas y «por muchos hidroaviones que estuvieran allí no sirvió de nada».
De la misma manera, se suman las condiciones orográficas de Canarias, condicionada por barrancos y laderas donde los hidroaviones «no pueden interferir». Además sostienen que requieren de un mar en calma para recargar agua porque en las islas no hay estanques para ello.
Se cumplen dos años del incendio de Gran Canaria
La iniciativa ciudadana recuerda durante este mes de agosto el segundo aniversario del gran incendio que afectó a la zona noroeste de la cumbre de Gran Canaria. El fuego arrasó unas 10.000 hectáreas.
Fénix Gran Canaria ha ido recopilando imágenes que ciudadanos envían a través de su página web. Han sido tomadas desde sus 16 tótems, que en su mayoría se encuentran en un sendero que recorre la Cruz de Tejeda, Cueva Caballeros, y Artenara. También hay otro que sale desde Artenara recorriendo Tamadaba hasta llegar a los Llanos de la Mimbre.
Estos tótems son unas estructuras de madera de 1,5 metros que se encuentran en diferentes puntos de la zona afectada por el incendio y donde se puede apoyar el móvil para sacar fotos del paisaje.
De esta manera, se ha creado un archivo con más de 3.000 imágenes que han permitido seguir cómo han ido evolucionando las zonas afectadas a lo largo de estos dos años