Casi 30 años después de la matanza en África, salen a la luz documentos que intercambiaron ambos países
Francia ha desclasificado este miércoles documentos relacionados con la situación de Ruanda entre 1990 y 1994, 27 años después del inicio del genocidio tutsi, según ha publicado el Diario Oficial.
Entre los documentos destacan archivos del expresidente francés François Mitterand y los de su entonces primer ministro, Edouard Balladur.
Varios de estos documentos, como telegramas diplomáticos y notas confidenciales, aparecieron en el informe sobre el papel de Francia en el devenir del genocidio de Ruanda, publicado a finales de marzo, ha recogido Franceinfo.
Historiadores
El informe, elaborado por una comisión de historiadores independientes convocada por El Elíseo para dilucidar la posible responsabilidad de Francia en lo ocurrido, acusa al Gobierno de aquellos años de «ceguera» e «indiferencia» frente a lo que estaba por venir.
En concreto, entre sus casi un millar de páginas, el trabajo critica al Gobierno de Mitterand por su «ceguera» frente al «régimen racista, corrupto y violento» del presidente hutu, Juvénal Habyarimana. La investigación matiza que si bien existe una «responsabilidad abrumadora» e «intelectual» de París, no así «complicidad».
Reacción tardía
Se puede leer también en las páginas de la investigación que Francia no sólo «tardó en romper» relaciones con los responsables del genocidio, sino que además sus autoridades «nunca consideraron seriamente realizar arrestos», llegando incluso a poner «en la cima de sus preocupaciones» al Frente Patriótico Ruandés (FPR), la antigua rebelión tutsi que ayudó a poner fin a las matanzas.
Alrededor de 800.000 ruandeses, la inmensa mayoría de ellos tutsis y hutus moderados, fueron asesinados por extremistas hutu durante cerca de tres meses en 1994. A día de hoy todavía se están descubriendo fosas comunes, especialmente desde que los condenados que han cumplido sus penas han aportado información sobre el lugar en el que enterraron o abandonaron a sus víctimas.
Origen del conflicto
Las raíces del conflicto entre hutus y tutsis se remontan varias generaciones pero el genocidio se desató tras la muerte del presidente Juvenal Habyarimana, víctima del derribo de su avión presidencial –en el que también viajaba el presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira– con un misil el 6 de abril de 1994.
Tras la muerte del mandatario, la milicia Interahamwe lanzó una campaña de ejecuciones que se prolongó durante 100 días, en muchas ocasiones despedazando a sus víctimas en sus casas, en iglesias, estadios de fútbol o en barricadas.