El gerente del Hospital Molina Orosa reconoce que la situación es crítica, pero desmiente que el centro sanitario esté colapsado.
Los bares y cafeterías de Arrecife sacan sus mesas y sillas a la calle. Los comerciantes aplauden que el consistorio capitalino permita que los negocios que no tienen terraza puedan ocupar la vía pública.
Mari Arráez, hostelera, cuenta a Televisión Canaria que «la semana pasada estuvimos cerrados y era penoso. Ahora tenemos un poco más de libertad».
El impacto de la pandemia se refleja en la economía y aquí en el hospital. Aunque José Luis Aparicio, gerente del Hospital Doctor José Molina Orosa, afirma que «bloqueados, bloqueados, no estamos».
Y hace un llamamiento a la conciencia, a la responsabilidad de todos para evitar que el virus siga expandiéndose.