El anteproyecto de ley aprobado este martes en el Consejo de Ministros deroga el reglamento franquista de 1954 sobre disciplina académica
La nueva ley de convivencia universitaria castiga con una expulsión de hasta tres años al alumno que plagie, falsee documentos, destruya patrimonio o haga novatadas. El régimen disciplinario que será de aplicación para las universidades públicas y privadas.
El anteproyecto de ley aprobado hoy en el Consejo de Ministros para su posterior tramitación parlamentaria deroga el reglamento franquista de 1954 sobre disciplina académica. De esta manera, la nueva norma se adecua al «marco constitucional», ha explicado en rueda de prensa la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez.
Es una norma que «busca sobre todo vías de mediación» en lugar de la sanción para resolver los conflictos, ha subrayado este martes.
El texto incluye como novedad sobre el anterior borrador la inclusión de las universidades privadas. El nuevo marco legal, por tanto, será de aplicación tanto para las universidades públicas y sus centros adscritos como para las privadas y sus centros adscritos.
Así, todas ellas habrán de desarrollar sus normas de convivencia con base en los principios contenidos en la nueva ley, que coloca a la mediación como vía principal de resolución de conflictos.
El régimen disciplinario solo entrará en juego cuando las partes rechacen acudir a la mediación y cuando la conducta sobre la que verse el expediente sancionador sea por acoso, violencia de género, fraude o destrucción de patrimonio, o cuando las partes no lleguen a un acuerdo.
La ley clasifica tanto las faltas como las sanciones en muy graves, graves y leves.
Entre las primeras están las novatadas o conductas vejatorias, física o psicológicamente, que supongan un grave menoscabo para la dignidad de las personas, acosar o ejercer violencia grave contra cualquier miembro de la comunidad universitaria; acoso sexual; falsificar, sustraer o destruir documentos académicos y usar documentos falsos ante la universidad.