El presidente de COAG Canarias explica en la Radio Pública los motivos de sus concentraciones en las Islas.
El campo de Canarias sale a la calle con tractoradas convocadas para los días miércoles 21, en Gran Canaria, y sábado 24 de febrero, en Tenerife. El objetivo, protestar contra la competencia desleal que, entienden, permite la Unión Europea y la falta de políticas ante la emergencia hídrica que sufre el Archipiélago. Una protesta que será «pacífica pero que generará retenciones«, según el presidente de COAG-Canarias, Rafael Hernández, en declaraciones esta mañana a Canarias Radio.
«Va a haber líos de tráfico, porque una caravana de tractores ocasionará retenciones. El objetivo no es bloquear, sino conseguir nuestras reivindicaciones. Lo haremos de forma pacífica y con rigor», afirma Hernández.
El presidente de COAG-Canarias ha explicado en el espacio La Entrevista los supuestos por los que han decidido movilizarse. Por un lado, la permisividad de importación de la Unión Europea con los productos de países terceros, sin «las mismas exigencias sanitarias y de calidad» que imponen al agricultor local, y la falta de medidas ante la sequía que registra el Archipiélago.
En este sentido, Hernández aboga por un pacto entre ayuntamientos, cabildos y Gobierno de Canarias. «En muchas zonas es difícil el cultivo por la crisis hídrica. Hay ayuntamientos que pierden un 40% de sus aguas en las redes municipales. Con lo que se bota, se podría dar servicio a muchos vecinos y cubrir a los agricultores», argumenta.
«El 70% del coste está fuera de la producción«
Además, Hernández ha desmentido que los agricultores persigan que el consumidor «pague más» a la hora de comprar productos en el supermercado. «Estamos pidiendo que se reparta el precio a lo largo de la distribución alimentaria y no nos toque la peor parte. De lo que paga el consumidor, al agricultor solo le llegan 30 céntimos de media», afirma.
«Lo que compremos de fuera debe ser, como mínimo, igual que aquí»
El presidente de COAG-Canarias ha aclarado que las organizaciones convocantes no piden que se les exijan menos controlares sanitarios o de calidad. De hecho, considera que no debe haber «pasos atrás». «No se trata en ir para atrás y cobrar igual que un trabajador en Marruecos, o en usar más productos fitosanitarios. Lo que compremos de fuera debe ser, como mínimo igual, que aquí. Los PIF no son suficientes».
Por último, cree que la conexión marítima entre Fuerteventura y Tarfaya (Marruecos) agravará este problema. «No podemos competir con la miseria. Si se abre esta línea, con todas las dificultades que hay para hacer un seguimiento de lo que viene, será peor. Todo no se puede liberalizar», ha concluido.