La investigación revela, entre otras cuestiones, que en numerosas ocasiones los alumnos no acudían al centro de aprendizaje, o lo hacían por tiempo inferior al programado.
La Guardia Civil investiga a 16 directivos y profesores de 21 autoescuelas de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura y a un total de 22 alumnos que obtuvieron el permiso de conducción de la clase «A» sin hacer los cursos correspondientes, según ha informado en un comunicado este lunes.
La Comandancia de Las Palmas detalla que en Fuerteventura, además, se investiga al titular y a la directora de una autoescuela que expidió, sin cumplir los requisitos legales, 14 certificados que acreditan para la conducción de vehículos de transporte de materias peligrosas sin conocimiento de los afectados, quienes podrían ver revocada sus permisos.
Según la Guardia Civil, este centro, desde el año 2017, impartía cursos para obtener el citado certificado con personal docente no titulado y suplantaba la identidad de profesores que disponían de la titulación.
Los investigados podrían ser autores de delito de falsedad de documentos oficiales y de certificados, señala la nota, que indica que los hechos relativos a Fuerteventura han sido puestos a disposición de los juzgados de instrucción de Puerto del Rosario.
La investigación comenzó a mediados del año 2018, al disponer información la Guardia Civil de que, de forma significativa, alumnos matriculados en algunas autoescuelas en los cursos para obtener el permiso de conducción de la clase «A», que habilita a conducir motocicletas de más de 125 cc sin límite de potencia, lo lograban si realizar o completar su formación y se les expedía el certificado de aptitud de forma fraudulenta.
Los efectivos de la Guardia Civil habían advertido además, por los informes del Observatorio Nacional de Seguridad vial, un aumento de siniestros con este tipo de vehículos, por lo que no descartan que guarden relación con la falta conocimientos, mentalización y destreza en el manejo de los vehículos de dos ruedas por parte de los conductores implicados.
La Jefatura de Tráfico había puesto en conocimiento de los agentes un escrito presentado por el responsable de una autoescuela, que advertía de irregularidades detectadas personalmente en la forma de impartir los cursos por parte de otros centros, lo que redundaba en la mala calidad de la formación y en la mala imagen proyectada sobre el sector de la formación vial en general.
Con estas premisas y contando con la colaboración de los responsables de la Jefatura Provincial de Tráfico de Las Palmas, los agentes iniciaron un seguimiento del desarrollo de los cursos programados por las distintas autoescuelas, recopilando datos de asistencia de los alumnos matriculados y documentación gráfica de la actividad desarrollada.
El análisis de esta información reveló que en numerosas ocasiones los alumnos no acudían al centro de aprendizaje, o lo hacían por tiempo inferior al programado.
Del mismo modo, se comprobó que las prácticas de destreza en circuito cerrado o el manejo de motocicletas en vías abiertas al tráfico en general, no se realizaban o se llevaban a cabo de forma muy superficial y sin ajustarse al programa establecido.