El consultor político ha analizado la situación del Gobierno en De La Noche Al Día de La Radio Canaria.

El consultor político y experto en comunicación, Isaac Hernández, ha analizado esta mañana en De La Noche Al Día de La Radio Canaria la situación del Gobierno de Pedro Sánchez tras los últimos escándalos de corrupción que afectan al PSOE. Ha valorado como «insuficientes» las medidas anunciadas esta semana por el presidente.
«Son medidas un poco ‘light’, pensadas para solventar la situación temporal, ganar tiempo y llegar al nuevo curso político después del verano», ha afirmado Hernández, que ha apuntado a una estrategia de resistencia más que de transformación.
Un liderazgo entre dos caras
Durante la entrevista, a cargo de Estíbaliz Pérez, Hernández ha señalado el contraste entre las últimas apariciones públicas del presidente.
«Hemos visto a un Pedro Sánchez cabizbajo y casi derrotado hace unos días, y ahora a otro que se presenta como el líder que va a hacer frente a la derecha. Pero la verdadera incógnita es cómo queda su figura ante sus propias bases», ha destacado.
Según el analista, la carta enviada a los militantes del PSOE es un intento de controlar el descontento interno, aunque no será suficiente si no hay una respuesta más sólida y creíble dentro del partido.


Socios más exigentes y una coalición en tensión
Isaac Hernández también ha advertido que los partidos que apoyaron la investidura se volverán más exigentes, si bien «ya lo han sido desde el principio«. La diferencia, ha dicho, es que ahora «salen en la foto de un gobierno debilitado» y tendrán que valorar si mantenerse o distanciarse.
En ese contexto, subrayó que el rechazo de Podemos a sentarse en la actual ronda de contactos es una señal de desgaste. «Separar partido y gobierno es casi imposible. Quienes están en el Ejecutivo forman parte de esa misma foto y cargarán con las consecuencias», ha remarcado.
Para Hernández, el Gobierno de España intenta contener la crisis más que resolverla. Su intención, ha vuelto a resaltar, es confiar en que el calendario —y el verano— jueguen a su favor.