José Quiles cayó en primera ronda en la categoría de -57 kilogramos frente al irlandés Kurt Walker, actual campeón de Europa, por decisión unánime, aunque la pelea se decidió en un último asalto en la que el español llegó incluso a provocar un corte en la parte superior de la ceja derecha de su rival, pero no fue suficiente para hacerse con la victoria.
Cuatro 29-28 y un 30-27 fueron las puntuaciones de los jueces en una contienda que empezó suave, con tres minutos de tanteo, en los que Walker llevó la iniciativa con una de sus grandes virtudes, la velocidad en los golpes rectos y el manejo de la larga distancia; lo que le hizo llevarse los 10 puntos de inicio.
Pero en el segundo cuarto ambos boxeadores se mostraron más sueltos, y Quiles mejoró. Logró conectar al cuerpo de su rival con una buena mano curva, las que le hacían daño al irlandés, al bazo; y lo notó, por lo que intentó moverse por todo el ring para evitar el intercambio con el español. Todos los jueces, menos el mongol.
Todo dependía del último asalto, y Quiles hizo méritos para llevarse la victoria. Conectó en varias ocasiones con los golpes curvos, y en uno de ellos, con la izquierda, hizo un corte a su rival encima de la ceja que le mantuvo sangrando y que inmediatamente notó tocándose con el guante la zona, pero no se paró la pelea a pesar de ello.
El último minuto fue para Walker, con el púgil español acusando la inactividad en el último año tras sufrir dos lesiones, la última en la muñeca derecha. Esto le pudo costar la pelea, ya que en un combate tan ajustado cuenta mucho la última impresión.
Y bien lo sabían en la esquina española, ya que le gritaban que sacara manos. Todos los jueces le dieron perdedor y Quiles finaliza su aventura en Tokio con derrota en primera ronda, pero con una buena imagen ante el campeón de Europa de -57kg.