La incidencia, que afectó a 200 trenes y cuatro de Larga Distancia, no recuperó la circulación habitual hasta las 08:00 de la mañana
La avería que ha paralizado de forma insólita el servicio ferroviario en Cataluña esta madrugada ha afectado a 200 trenes de Rodalies y cuatro de Larga Distancia y a alrededor de 80.000 viajeros, según ha declarado el portavoz de Renfe en Cataluña, Antonio Carmona.
«En el momento que una incidencia afecta al centro de control de telecomunicaciones en la Estación de Francia (en Barcelona), afecta a la gestión de la circulación que hace ADIF de todos los trenes que circulan por Cataluña», ha explicado el portavoz.
El servicio se recuperó a las 8:00 horas
Desde el inicio del servicio de este viernes, sobre las 5 de la madrugada, la incidencia ha impedido la circulación habitual hasta las 8:00 horas, cuando los trenes han empezado a circular de nuevo, fuera de horario y de manera irregular.
Tras la avería ferroviaria, TMB ha anunciado un dispositivo especial para reforzar el servicio y facilitar el flujo de pasajeros en los intercambiadores de Renfe ante la gran cantidad de usuarios previstos durante las próximas horas.
«El servicio ya ha comenzado a funcionar de manera paulatina, pero lo hará de manera irregular. La logística ferroviaria es muy compleja, por lo que se hará de manera progresiva», ha aclarado Carmona.
La incidencia en el sistema de Control de Tráfico Centralizado (CTC) de Barcelona ha obligado a interrumpir la circulación del servicio por toda Cataluña durante tres horas y media, con excepción de un tramo en el sur de Tarragona que se gestiona desde el centro de control de ADIF en la Comunidad Valenciana.
La mayoría de viajeros perjudicados son de Rodalies
La gran mayoría de afectados son los viajeros del servicio de Rodalies, a los que también se suman en menor medida los usuarios de los cuatro trenes de Larga Distancia que circulan por vía convencional y no por la de Alta Velocidad, que ha funcionado con normalidad.
El portavoz de Renfe también ha defendido la decisión de recomendar el uso de transporte alternativo durante el tiempo que ha durado la incidencia, ante la «inviabilidad» del organismo de proveer un servicio alternativo propio debido a la magnitud del incidente y el gran volumen de afectados.