La Virgen de los Dolores realizó su tercera Bajada a la capital en toda su historia en un año histórico
El domingo 8 de diciembre concluyó en Lanzarote una histórica jornada con la Subida de la Virgen de los Dolores. Tras más de cinco décadas sin peregrinación, este año tiene una gran carga simbólica al coincidir con el 225 aniversario de la fundación de Arrecife como municipio, además de rememorar los 200 años de erupción del volcán La Capellanía de Tao, en 1824.
La Patrona de la isla, que realizó el pasado 30 de noviembre su tercera Bajada a la capital en toda su historia, estuvo acompañada en su vuelta a la ermita de Mancha Blanca por unas 1.300 personas según estimaciones del Consorcio de Emergencias.
Todo un legado cultural, la Virgen de los Dolores no solo cuenta con el cariño de los feligreses lanzaroteños por ostentar el título de patrona, sino por su vinculación con momentos tan delicados, como la enfermedad. Con numerosos besos y peticiones, la virgen apaciguó los dolores de sus enfermos.
Tras una esperada festividad cargada de historia, son muchas las voces que remarcan el legado cultural de esta celebración y manifiestan que, después del éxito de esta Bajada, no transcurra mucho tiempo para la próxima.