Productos como el millo o el trigo también han duplicado sus precios con máximos de 200 euros por tonelada
La grave sequía de los últimos meses ya está causando efectos devastadores sobre la ganadería en el archipiélago. El precio de la alimentación animal no deja de crecer y la
la falta de lluvias ha provocado la escasez de forraje.
Además, la nueva ley contra la deforestación prohíbe comerciar con productos procedentes de zonas con un determinado riesgo, un hecho que puede subir el precio de materias primas fundamentales como la soja.
La grave sequía y sus consecuencias
Productos como el millo o el trigo también han duplicado sus precios con máximos de 200 euros por tonelada. Ante esta preocupante situación, hay ganaderos que se están viendo obligados a sacrificar animales que dejan de ser productivos.