La erupción volcánica de ‘Cumbre Vieja’ ha arrasado ya un total de 789,6 hectáreas –35,8 más en las últimas 41 horas y 1.956 edificaciones, según la última actualización del sistema europeo Copernicus
La lava del volcán que comenzó a erupcionar el pasado 19 de septiembre en La Palma ha cubierto 789,6 hectáreas y ha destruido 1.956 edificaciones, más otras 60 que están en riesgo o se han visto parcialmente afectadas.
Así consta en el último informe del sistema de satélites Copernicus, realizado a las 23.23 horas, y que revela un aumento de 35,8 hectáreas arrasadas en las últimas 48 horas.
El número de kilómetros de carreteras afectadas asciende a 63,7, de los cuales 59,9 están destruidos.
La ceniza se ha depositado en una superficie de 6.536 hectáreas.
Nuevas medidas de protección cuando la colada llegue al mar
Según el último informe del Departamento de Seguridad Nacional, las coladas que presentan mayor carga de energía y aporte de lava son las de las proximidades de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, que, en estos momentos y a menor velocidad, continúan avanzando en dirección oeste y noroeste.
La colada al suroeste de la montaña de La Laguna se encuentra a unos 200 metros de la costa y si llegara al mar, se adoptarían nuevas medidas de protección a la población en núcleos costeros de Tazacorte, por posibles explosiones y emanación de gases nocivos.
Las condiciones meteorológicas, que se mantendrán al menos hasta este martes, continúan siendo desfavorables desde el punto de vista de la calidad del aire, aunque todavía no se han rebasado los valores máximos que exigiría la adopción de nuevas medidas.
En la jornada de este domingo, debido a la nube de ceniza, las compañías aéreas cancelaron sus operaciones en el aeropuerto de La Palma y se espera que un giro del viento, a valorar en próximas horas, propicie un escenario más favorable.
Además, se ha conseguido probar con éxito la maniobra de fondeo del buque cisterna y se logró abrir una boca de agua que suministrará caudal suficiente para la desalación y así poder regar las fincas de cultivo del Valle de Aridane.