La crisis generada por la COVID-19 provoca que el riesgo de pobreza o exclusión pase del 3,9 al 10,7 por ciento de la población, según el Instituto Nacional de Estadística (INE)
El número de ciudadanos que padece en Canarias una situación de carencia material severa prácticamente se triplicó durante 2020, como consecuencia de la crisis generada por la COVID-19, al pasar del 3,9 al 10,7 por ciento de la población, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El INE ha publicado este jueves la Encuesta sobre Condiciones de Vida de 2020, cuyos resultados muestran la huella dejada por la pandemia en todo el país y, en particular, en aquellas comunidades más golpeadas en su economía, como Canarias, debido a su dependencia de sectores paralizados por el coronavirus, como el turismo.
Segunda comunidad con mayor porcentaje
Canarias es la segunda comunidad autónoma con más porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social, si se toma como referencia el indicador Arope. En las islas, sufre esa situación uno de cada tres ciudadanos, un 36,6 %, una tasa 10 puntos superior a la media nacional (26,5 %), que solo rebasa Extremadura, con un 38,7 %.
Si se compara con 2019, el año de la pandemia no ha generado una gran subida en la proporción de canarios en riesgo de pobreza o exclusión social: se ha pasado del 35,0 al 36,3 por ciento.
Sin embargo, el impacto de la crisis sí se ve entre quienes lo pasan peor, entre los ciudadanos que sufren las penurias de la pobreza severa, que han aumentado del 3,9 al 10,7 por ciento.
Es algo que también se ha producido en el conjunto de España, pero con menor intensidad: como promedio, la población con carencias materiales severas ha crecido del 4,7 al 7,0 por ciento.
En Canarias, en estos momentos, dos de cada tres ciudadanos no pueden afrontar gastos imprevistos (63,1 %), uno de dos no puede permitirse una semana de vacaciones (47,4 %) y uno de cada cinco se ha retrasado en el pago del alquiler, la hipoteca o los gastos los recibos de agua, luz o gas (21,6 %).
Además, el 17,5 % de los residentes en las islas no pueden afrontar el gasto de tener la vivienda a una temperatura adecuada, el 10,5 % no se puede permitir tener un coche, el 9,7 % no puede pagarse un ordenador personal y el 7,8 % no puede comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
En todos los casos, las proporción de personas en esas circunstancias en Canarias ha crecido respecto a 2019 y, en algunos casos, directamente se ha duplicado.