Los dos incendios que sufre la Comunidad Valenciana han superado las 20.000 hectáreas de terreno afectado. Las lluvias han debilitado los fuegos y se trabaja para alcanzar la extinción
Los incendios declarados en la Comunidad Valenciana y que ya superan las 20.000 hectáreas, se ven desde este jueves con otra perspectiva, ya que parte de las llamas se han debilitado gracias a las lluvias. Sin embargo, sigue siendo un verano de récord en cuanto a la superficie afectada por las llamas en España. Según el Gobierno, son más de 250.000 hectáreas arrasadas desde enero hasta agosto.
Los efectivos de lucha contra incendios siguen trabajando para apagar los rebrotes originados en Bejís, Castellón, e intentan rematar las tareas para extinguirlo totalmente, tras las lluvias de las últimas horas, que han apagado las llamas en el de Vall d’Ebo, Alicante. Cada uno de ellos ha calcinado más de 13.000 hectáreas, según datos aportados hoy por el programa de satélites comunitario Copernicus.
Los servicios de Emergencias de la Generalitat Valenciana han ordenado el confinamiento preventivo de los vecinos de Alcublas, Valencia, por el humo que llega a la zona procedente del incendio originado en Bejís. La consejera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, ha explicado que esta decisión se ha adoptado por la intensidad que ha cobrado el frente sur del incendio. De igual forma, ha señalado que no hay riesgo inminente para una evacuación del municipio.
Vall d’Ebo
En Alicante, Emergencias ha informado de que no hay llamas activas y las precipitaciones ayudan a mantener el perímetro del incendio. Por su parte, la Generalitat estudia pedir la declaración de zona catastrófica.
La alcaldesa de La Vall d’Ebo, Nory Jiménez, natural de Agaete, Gran Canaria, ha aclarado que, de momento, todos los vecinos están en sus viviendas y no se prevén evacuaciones. No obstante, las labores de refuerzo continúan para poder acabar con el fuego de forma definitiva. La alcaldesa contó a RTVC cómo con un rayo en medio de una tormenta seca se produjo el incendio.
Aunque la situación actual es «deprimente», se trabajará para poder «cortar todos los árboles quemados» y replantar los montes con árboles autóctonos. Además, dice, dado que se esperan altas temperaturas para lo que queda de mes de agosto, seguirán en alerta.