El Instituto de Astrofísica de Canarias forma parte del consorcio que diseñará y construirá a ANDES, un potente espectrógrafo
El Observatorio Europeo Austral (ESO) ha firmado este miércoles un acuerdo con un consorcio internacional de instituciones, para el diseño y construcción de ANDES.
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), se encuentra en este consorcio con el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y el Centro de Astrobiología de Madrid (CSIC-INTA), entre otros.
Anteriormente conocido como HIRES, ANDES es un potente espectrógrafo. Un instrumento que divide la luz en sus longitudes de onda para determinar las propiedades de los objetos astronómicos, como su composición química.
Este se instalará en el Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de ESO. Será empleado para buscar señales de vida en exoplanetas y las primeras estrellas. Así como para comprobar las variaciones de las constantes fundamentales de la física y medir la aceleración de la expansión del Universo.
El instrumento tendrá una precisión sin precedentes en los rangos visible y del infrarrojo cercano. Cuando funcione en combinación con el potente sistema de espejos del ELT, permitirá realizar investigaciones en múltiples áreas de la astronomía.
Descubrimientos revolucionarios
«ANDES es un instrumento con un enorme potencial para realizar descubrimientos científicos revolucionarios, que pueden afectar profundamente a nuestra percepción del Universo», afirma Alessandro Marconi, investigador principal de ANDES en el INAF.
Céline Péroux, científica de proyecto de ESO que realiza el seguimiento de ANDES, añade que las áreas de investigación van «desde la posible detección de rastros de vida en otros mundos y la identificación de la primera generación de estrellas, hasta el estudio de las variaciones en las constantes fundamentales de la física».
ANDES llevará a cabo sondeos detallados de las atmósferas de exoplanetas similares a la Tierra. Esto permitirá a la comunidad científica realizar búsquedas exhaustivas de indicios de vida.
También será capaz de analizar elementos químicos en objetos lejanos del universo temprano. Es probable que sea el primer instrumento capaz de detectar a las primeras estrellas. Además, los datos de ANDES se podrán utilizar para comprobar si las constantes fundamentales de la física varían con el tiempo y el espacio.
Sus exhaustivas observaciones también se utilizarán para medir directamente la aceleración de la expansión del Universo, uno de los misterios cósmicos más importantes.
«La contribución de España en ANDES confirma que la comunidad científica española está en la frontera del conocimiento, en particular, ante la búsqueda de señales de vida en exoplanetas como la Tierra y en la medida directa de la expansión acelerada del Universo», señala Jonay González, investigador del IAC y representante español en el Consejo de ANDES.
Conocer si hay vida
María Rosa Zapatero Osorio, del Centro de Astrobiología, CSIC-INTA, añade que se están «encontrando planetas rocosos en zonas habitables alrededor de sus estrellas, pero solo estudiando sus atmósferas podremos saber si de verdad dan cobijo a una vida» como la que se conoce. En ese sentido, ANDES es «vital» para este cometido.
«Tanto en sus objetivos científicos como en su diseño tecnológico, ANDES se beneficiará de la experiencia adquirida por el IAA-CSIC en CARMENES, uno de los espectrógrafos detectores de exoplanetas de mayor éxito de los últimos años», declara Pedro Amado, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y representante del CSIC en el comité de dirección del consorcio ANDES.
El ELT de ESO se está construyendo actualmente en el desierto de Atacama, en el norte de Chile. Cuando comience a funcionar a finales de esta década, será el mayor ojo del mundo en el cielo, marcando una nueva era en la astronomía.