La organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MsF) está recogiendo firmas para pedir al Gobierno que se oponga a que las farmacéuticas puedan patentar las vacunas anti-COVID-19 para hacer negocio y que las patentes sean libres para que entren más fabricantes y se puedan producir más y más baratas.
La organización médica pide que «no haya patentes en plena pandemia» para que «las vacunas, medicamentos y diagnósticos de la COVID-19 lleguen a todas las personas del mundo, estén donde estén», ha explicado la responsable de Relaciones Externas de MsF, Raquel González.
MsF recuerda que «hasta que no estemos todos protegidos, no lo estará nadie» y que «muchas de las vacunas que están ahora en desarrollo han recibido financiación pública en la etapa de investigación».
Sin embargo, según MsF, las farmacéuticas las pueden patentar «y controlar así el precio y la producción».
«Nosotros creemos -ha dicho González- que los beneficios de las farmacéuticas no se han de anteponer nunca a la salud de las personas».
MsF ha iniciado la campaña de recogida de firmas porque durante los meses de febrero y marzo, los gobiernos se reunirán en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para revisar la solicitud que propone la exención de patentes de las herramientas médicas para tratar la covid-19 mientras dure la pandemia y hasta conseguir la inmunidad mundial.
«Suspender las patentes de COVID-19 daría entrada a más fabricantes, aumentaría la producción y bajaría los precios. Esto permitirá que los métodos de diagnóstico, tratamientos y vacunas sean asequibles y lleguen a más personas», según González, que recuerda que un centenar de países han apoyado esta petición, entre los que hasta ahora no está España