El Comité le concede el premio por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán. Ha pasado la mayor parte de los últimos 20 años en prisión
La activista iraní Narges Mohammadi ha sido galardonada este viernes con el premio Nobel de la Paz 2023 por su «lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha para promover los Derechos Humanos y la justicia para todos», ha anunciado este viernes el Comité Noruego del Nobel.
Mohammadi, de 51 años, se ha pasado la mayor parte de los últimos 20 años de su vida en prisión. También, ha sido condenada hasta en cinco ocasiones hasta acumular una pena total de 31 años de cárcel.
Fundó asociaciones por los derechos de las mujeres
A lo largo de toda su vida de activismo, Mohammadi ha fundado asociaciones por los derechos de las mujeres y escrito libros y artículos para denunciar especialmente los abusos de los que son objeto, en particular en las cárceles del país.
Por su labor periodística, Mohammadi fue galardonada en mayo de este año con el Premio Mundial a la Libertad de Prensa de Naciones Unidas, junto a sus colegas iraníes Niloofar Hamedi y Elaheh Mohammadi.
10 años más de prisión y 154 latigazos
Su última sentencia en contra le añadió diez años y ocho meses de prisión, así como 154 latigazos. Fue condenada por «delitos relacionados con la seguridad nacional y propaganda contra el Estado». Organismos humanitarios internacionales han denunciado que se trataba de una condena relacionada por su activismo.
Actualmente sigue en prisión
Mohammadi se encuentra ahora mismo entre rejas, concretamente en la prisión de Evin, en Teherán. En estos momentos cumple la parte de condena que le corresponde por la publicación del libro ‘Tortura Blanca’.
La obra habla de la situación de los presos bajo confinamiento. Le acompaña de un informe publicado en diciembre de 2022 sobre la situación específica de las presas y los abusos a los que se ven expuestas por parte del personal de las penitenciarías.
Familiares y allegados piden su excarcelación
Familiares y allegados de la activista han pedido en innumerables ocasiones la excarcelación de Mohammadi por motivos humanitarios tras el ataque cardíaco que padeció el año pasado y por el que acabó sometida a una operación de urgencia.
El Comité ha recalcado especialmente la labor desempeñada por Mohammadi desde el estallido de las protestas del año pasado. Estas tuvieron lugar tras la muerte bajo custodia de la joven Mahsa Amini, presuntamente por llevar mal puesto el velo islámico. «Desde su cautiverio, la galardonada ha ayudado a asegurarse de que las protestas no disminuyan en intensidad», ha añadido el Comité.