La presidenta del Congreso y el vicepresidente del Senado inauguraron esta conferencia parlamentaria que aborda los retos de la migración en el Mediterráneo y el Atlántico
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha pedido este lunes en la sesión de clausura de la reunión de presidentes de parlamentos del Sur de la UE y del Norte de África mirar a los países africanos como aliados para evitar la pérdida de vidas humanas.
«No hay muro ni mar que vaya a frenar a quienes buscan una vida mejor, por lo tanto, contribuyamos todos a darles un proyecto de vida en su tierra; recuperemos misiones tan importantes como la de la Unión Europea en el Sahel para frenar la presión sobre los territorios limítrofes; miremos a los países africanos como aliados. Sólo así evitaremos la pérdida de vidas humanas y garantizaremos el mundo mejor al que todos aspiramos», dijo durante la clausura de esta reunión celebrada en Lanzarote.
El presidente canario agradeció la celebración de esta reunión en Canarias, ya que «contribuirá a fijar el foco internacional de la ruta atlántica de migración, la más mortífera» del mundo, y el «punto caliente actual» de llegada de inmigrantes a la Unión Europea.
Añadió que, como algunos otros territorios, Canarias es, en la frontera del sur de Europa, la «puerta de entrada para miles de personas que sólo buscan una vida mejor» desde hace más de 30 años. El archipiélago, a sólo 100 kilómetros de África, es «tierra de acogida», ya que en tres décadas han arribado a sus costas «más de 250.000 personas» pero «lo peor de todo, y por desgracia, es que muchos se han quedado en el camino».
Por último, Clavijo resaltó que a pesar de esta «fuerte presión migratoria, Canarias es un ejemplo de solidaridad», ya que «siempre» tiene la «mano tendida, sin caer en discursos xenófobos», subrayando que se trata de un «ejemplo de tolerancia y de buen hacer, pese a la saturación» del sistema de acogida, apuntando que pequeñas islas como la de El Hierro «han acogido más del triple de su población en tan sólo dos años», o como Lanzarote, con «picos de saturación insostenible».
Enfoque constructivo de la realidad migratoria
Por su parte, la presidenta del Congreso de Los Diputados, Francina Armengol, ha visto necesario abandonar la gestión de las crisis migratorias sobre la base de la respuesta a la emergencia para adoptar un enfoque constructivo de la realidad migratoria y centrarse en una serie acciones concertadas de solidaridad.
Así lo ha dicho este lunes durante su intervención en la sesión de apertura de la reunión de presidentes de parlamentos del Sur de la UE y del Norte de África que se celebra en Lanzarote en el marco de la Presidencia española de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo.
«Es preciso abandonar la gestión de las crisis migratorias sobre la base de la respuesta a la emergencia para pasar a un enfoque de acciones concertadas de solidaridad compartida promoviendo vías legales y seguras para los movimientos migratorios», expuso.
Trascender el punto de vista económico y comercial
Armengol abogó aquí por un discurso «constructivo» de la realidad migratoria que la entienda como una «oportunidad de desarrollo» tanto para los países de origen, de tránsito y de destino como para los propios migrantes, la sociedad de acogida y la sociedad de origen.
«Y este enfoque, lo sabemos, sólo es posible apostando por una mayor integración política de los estados miembros de la Unión por el Mediterráneo», reiteró.
Asimismo, dijo que es preciso trascender el punto de vista económico y comercial para insistir en una mayor integración humana y social a través de acuerdos de migración circular y de la multiplicación de los intercambios culturales.
En este punto, la presidenta hizo especial hincapié en que la mayoría de la inmigración «no es irregular», indicando que el 94% de los migrantes que llegaron a España en la última década lo hicieron por vías legales.
Más de 2 millones de españoles migraron en los años 60
Por otro lado, Armengol no se quiso olvidar de que en los años 60 del pasado siglo XX fueron más de 2 millones los españoles que tuvieron que huir de la pobreza y del aislamiento internacional migrando hacia países europeos.
«Además –continuó–, casi la mitad migraron de forma clandestina e irregular sin pasar por el Instituto Español de Migración, que era quien gestionaba contratos y permisos de trabajo a través de los convenios bilaterales con los países de destino».
También mencionó la emigración interna entre diferentes territorios nacionales que llevó incluso a que en 1957 se publicara el llamado ‘decreto anti jornaleros’ que controlaba la entrada en Madrid a quien no certificara tener un contrato.
Una gestión más humana y ordenada
Con todo, la presidenta del Congreso expuso que el objetivo del encuentro de este lunes en Lanzarote es abordar los retos de la migración y dirigirla hacia una gestión más humana y ordenada en beneficio de las propias personas que se desplazan, así como de las comunidades de origen tránsito y destino.
«Es absolutamente prioritario que nos enfrentemos a esta realidad migratoria y a las políticas necesarias para abordarla desde la empatía y que entendamos que el enfoque tiene que ser siempre transversal», observó.
Crítica a los populismos
Por su parte, el vicepresidente del Senado, Javier Maroto, ha considerado que la polarización en la política y el crecimiento de partidos populistas hace «casi imposible» alcanzar acuerdos de mayorías para gestionar el fenómeno migratorio en una sociedad con un «enorme cambio y transformación» de su modelo social, económico y de convivencia «sin precedentes».
«La polarización en la política y el crecimiento de los partidos políticos populistas que, con cada vez más presencia en los parlamentos, hacen casi imposible alcanzar mayorías sólidas que den estabilidad a los gobiernos para gestionar este o cualquier otro asunto relevante en nuestros países», apostilló.
Esto, señaló Maroto, hace que «muchos» europeos perciban «con miedo el fenómeno migratorio, a veces temen por su seguridad o la de los suyos, o ven injusto» que con los impuestos de todos se sufraguen la educación, la sanidad o las ayudas sociales de las personas migrantes. Sin embargo, matizó que son percepciones «subjetivas» y, en ocasiones, basadas en «hechos ciertos o quizás en situaciones injustas que deben corregirse».
Pero, agregó, estas situaciones son aprovechadas por los partidos populistas que «se encargan de exagerar» o «falsear» la realidad, «especialmente a través de las redes sociales o de un uso torticero de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial», fomentando así que el «recelo de algunos ciudadanos se transforme en odio».
En este sentido, lamentó que se trata de partidos populistas que «hacen muchos diagnósticos incendiarios y muy pocas propuestas realistas para un asunto tan complejo» en el que hay implicados seres humanos.
Transformación del modelo social
Por otro lado, indicó que en este proceso actual de transformación del modelo social una de sus principales razones se encuentra en los efectos producidos por los actuales flujos migratorios derivados de la necesidad de huir de la pobreza o de la guerra implicando, «en la mayoría de los casos, vulneraciones» de los derechos humanos de esas personas porque son «utilizados, engañados y estafados por las mafias que trafican con ellos como si fuesen paquetes».
Asimismo, dijo Maroto, la gestión de los flujos migratorios en los países receptores supone un «enorme esfuerzo» de recursos económicos, «muchas veces no previstos y casi siempre insuficientes», ya que se necesita de instalaciones y centros de acogida, materiales básicos para la supervivencia, higiene, cuidado médico y alimentación o medios humanos, tanto de los servicios sociales como de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Sin embargo, Maroto admitió que por «mucho esfuerzo que realicen todos» los agentes implicados, «siempre se necesita un esfuerzo mayor y siempre hay necesidades no cubiertas».
Por todo ello, el vicepresidente del Senado espera que esta reunión permita afrontar tres grandes retos como son, citó, la defensa de los derechos humanos y de la vida de los migrantes, las consecuencias económicas en las sociedades receptoras y la «amenaza» que supone para la propia convivencia y la estabilidad política.
Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo
La Unión por el Mediterráneo, denominada inicialmente “Proceso de Barcelona: Asociación Euromediterránea” es una organización internacional que agrupa actualmente a 43 países. Posee una componente europea, integrada por la totalidad de los Estados Miembros de la Unión Europea, y una componente mediterránea, integrada por los países del Norte de África, los Balcanes y Oriente Medio.
La Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo (APUM) nace con el cometido de asistir, impulsar y contribuir a la consolidación y desarrollo del Proceso de Barcelona.
Actualmente, las cuatro copresidencias de la Asamblea durante el periodo 2020-2026 están conformadas por el Parlamento Europeo, el Parlamento marroquí, las Cortes Generales y el Parlamento de Egipto.
El tema elegido por la Presidencia española para las reuniones del periodo 2024- 2025 es la situación migratoria en el Mediterráneo desde un enfoque integral. Sobre esta base, las Cortes Generales celebrarán durante su presidencia dos encuentros sectoriales que pretenden abordar de manera transversal todas las cuestiones relacionadas con los movimientos migratorios, en las que participarán los presidentes y vicepresidentes de los Parlamentos miembros de la Asamblea parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo, además de otras organizaciones internacionales invitadas.