El enfrentamiento estaba considerado de alto riesgo
El partido de ascenso a Regional Primera entre la U.D Añaza B y el C.D Machuka celebrado el pasado viernes en Añaza (Tenerife) se suspendió tras una pelea entre aficionados donde tuvo que intervenir un equipo de antidisturbios.

El partido se consideró de alto riesgo, por lo que un dispositivo con varias unidades de orden público se trasladó al lugar antes de comenzar el enfrentamiento. Durante el encuentro, varios aficionados comenzaron a lanzar objetos al terreno de juego, y el juez de línea avisó al árbitro, quien posteriormente decidió paralizar el duelo.

Invasión del campo
Tras la decisión del árbitro, la agresividad de la afición creció y comenzaron los insultos al colegiado que se convirtieron en amenazas, lanzamientos de objetos y, finalmente, invasión del terreno de juego.
Unidades de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) que se encontraban en el lugar tuvieron que escoltar al árbitro para sacarle del estadio e intentar que su integridad física no se viera vulnerada, según aseguró Laura García, portavoz de JUPOL (sindicato de la Policía Nacional), a Buenos Días Canarias.
Un agente disparó al aire para disuadir a los aficionados de seguir acercándose al colegiado, según afirma la portavoz, «un lanzamiento de salva» con las escopetas franchi que no llevan ningún tipo de proyectil ni bala y «no ponen en peligro a absolutamente nadie«.
«Es solamente disuasorio, para que la masa, al escuchar el sonido, vaya hacia atrás en vez de seguir hacia adelante, que es lo más leve que podemos hacer y es simplemente hasta llevar al árbitro a las furgonetas y poder salir», declaró García en el programa de RTVC.