Los portavoces de las formaciones han presentado una declaración ante el presunto espionaje llevado a cabo por el CNI a políticos independentistas
Unidas Podemos se ha unido a ERC, Bildu, Junts, PDeCAT, CUP, Más País, BNG y Compromís en exigir al Gobierno que dé explicaciones esta misma semana sobre el presunto espionaje político a 65 políticos independentistas y en el compromiso de tomar todas las acciones necesarias en la investigación del caso.
Los portavoces de esas formaciones en el Congreso han presentado una declaración conjunta en la que se comprometen a «llegar hasta el final» en «el mayor caso de espionaje político conocido hasta le fecha», además de instar a la creación de una comisión parlamentaria específica.
«Escándalo de enorme gravedad»
En la declaración señalan que supone «un escándalo mayúsculo que ataca directamente la democracia» y además, en sus ruedas de prensa previas, todos han lamentado la escasa la reacción del Gobierno, con, hasta ahora, explicaciones que les parecen vagas e insuficientes.
Un «escándalo de enorme gravedad», según el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, quien ha advertido de que, según las informaciones de la prensa internacional, se trataría de un «espionaje masivo y sumamente intrusivo», ya que no solo se limitaría a las llamadas telefónicas sino a toda la información confidencial contenida en los teléfonos.
Echenique ha indicado que los representantes de su formación en el Gobierno de coalición han «interlocutado» con los del PSOE al respecto y ha considerado que le parece inconcebible que el asunto se pueda saldar sin que nadie asuma responsabilidades políticas por lo sucedido, aunque entiende que se sabrá a quién corresponden cuando se den todas las explicaciones y concluyan las investigaciones.
Quiebra de la confianza
Al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, le parece tan grave el espionaje que ha advertido de que condicionará su voto en el Congreso para cualquier otro asunto, incluido el decreto de medidas anticrisis que se vota el jueves, por lo que espera explicaciones contundentes en las próximas 48 horas, ya que «el único idioma que entiende el PSOE es tumbarle la agenda legislativa».
«Lo más lesivo en democracia es espiar a alguien porque no te gusta cómo piensa», ha apuntado Rufián, del mismo modo que Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, ve que este caso supone «una quiebra de confianza que puede abrir un abismo» entre el Gobierno y los grupos parlamentarios que han apoyado su investidura.
Aizpurua considera que el asunto es tan grave como para que modifique toda la agenda legislativa a partir de ahora, incluido el decreto que se vota el jueves, sobre el que en su grupo harán un «análisis global» estos dos días antes de decidir el sentido de su voto.
La portavoz de Bildu teme además que lo conocido sobre espionaje político sea «la punta del iceberg» y que existan muchas más prácticas ilegales, mientras piensa que el Gobierno hasta el momento solo ha ofrecido explicaciones vagas, difusas y confusas, sin tomar cartas en el asunto.
Explicaciones de Sánchez
Míriam Nogueras, de Junts, ha señalado que el presidente del Gobierno recibe copia de todos los informes del CNI, por lo que demanda explicaciones inmediatas y que se sustancie luego el caso, no solo en la comisión de secretos oficiales, sino también en una comisión de investigación específica.
«El Gobierno está reaccionando de forma muy lenta e insuficiente», ha expuesto Ferran Bel, del Pdecat, en la misma línea que otros portavoces, como Íñigo Errejón, líder de Más País, quien ha advertido al Gobierno de que es «la tercera vez en tres meses» en los que la legislatura «se tambalea», tras la reforma laboral y el giro sobre el Sáhara.
El portavoz del PSOE en la Cámara Baja, Héctor Gómez, por el contrario, ha reiterado que el Gobierno está actuando con trasparencia en este caso y ha confiado en que aclarará todos los aspectos necesarios en la comisión de secretos oficiales cuando se reabra, al tiempo que se ha mostrado contrario a la creación de una comisión de investigación.