Las comunicaciones por carretera con el noroeste de La Palma siempre han sido un reto a superar entre barrancos.
A mediados del siglo veinte se construyeron dos puentes de madera de tea para facilitar el paso de vehículos.
Ya en desuso se busca su rehabilitación como patrimonio del municipio de Garafía.
Pistas de tierra construidas por el antiguo ICONA y puentes diseñados por el ingeniero de la institución en la zona, César Peraza.
La construcción ya corrió a cargo de un vecino multidisciplinar del municipio, Esteban Pérez.
Se busca su rehabilitación, por parte de la Reserva de la Biosfera, como un patrimonio histórico, construidos en 1958, en buen estado de conservación, pero asediado por la propia naturaleza.