Un coche fúnebre ha sacado a las 2.20 horas de este jueves los restos mortales del general Gonzalo Queipo de Llano del lugar de honor en el que estaba enterrado en la Basílica de la Macarena de Sevilla
Queipo de Llano es el responsable de 45.000 fusilamientos. Junto a sus restos, el vehículo portaba los de su esposa, Genoveva Martí, enterrada en la misma iglesia. En la puerta algunos familiares han aplaudido al paso del coche fúnebre.
Horas antes, a las 23.51 del miércoles, otro coche fúnebre sacó del templo al auditor de guerra y responsable de la ejecución de sentencias con aplicación de bando de guerra Francisco Bohórquez Vecina, enterrado en la basílica sevillana.
Las exhumaciones se han hecho en cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Democrática. Entró en vigor en octubre de este año. Establece que «los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público».
La Basílica ha abierto sus puertas con normalidad y con la zona donde estaban las tumbas cubierta con una alfombra y acotada al paso.
Según han informado fuentes de la hermandad, las puertas han abierto a las 9 de la mañana, como todos los días. Nada más entrar a la izquierda, donde estaban las tumbas del general y su esposa, se ha colocado una gran alfombra. También se ha acotado el paso con una cinta horizontal.
Por el momento, seguirá así, a la espera de que se acometan las obras necesarias para tapar por completo las dos fosas.