Pedro Sánchez afirma que se siente con energía para seguir la legislatura y apunta que todavía que mucho por hacer
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes que en el Ejecutivo están «cargados de determinación, convicción y energía» para seguir en la segunda mitad de la legislatura, aunque ello implique aguantar «campañas de acoso personal, mentiras y fango».
Sánchez, que se ha mostrado dispuesto a buscar apoyos parlamentarios «hasta debajo de las piedras», ha comenzado la rueda de prensa organizada en la Moncloa para hacer balance del semestre aludiendo a los casos de corrupción y de presunto acoso sexual en el seno del PSOE.
En ese contexto ha reivindicado la «contundencia» y la «transparencia» con la que han actuado y actúan los socialistas y ha asegurado que no van a aceptar lecciones de la derecha ni de la ultraderecha, que cuestionan la violencia de género y recurren las principales leyes feministas ante el Constitucional.
«Cero lecciones» también ante los casos de corrupción, ha subrayado Sánchez, quien ha señalado que la «corrupción sistémica» terminó en 2018 con la caída del último Gobierno del PP.
Contundencia en los casos de corrupción
A su juicio, «la diferencia entre ese antes y el ahora es que hoy se actúa con contundencia», mientras que el PP «convive con esa corrupción». «Y si no, recordemos, por qué hoy el señor (Pablo) Casado no es el líder del Partido Popular y el señor (Alberto Núñez) Feijóo sí lo es», ha añadido.
Sánchez ha querido dejar claro que no resta importancia a los casos de presunto acoso o de corrupción y ha precisado que cuando ha denunciado «campañas de acoso personal» no se refería a las investigaciones a los exdirigentes socialistas Santos Cerdán o José Luis Ábalos.
Preguntado de nuevo por su relación con este último, ha vuelto a pasar al ataque, señalando que cree que «se conoce más a una persona yendo de vacaciones y subiéndose a un yate que compartiendo mesa en el Consejo de Ministros», en referencia a la relación de Feijóo con Marcial Dorado, condenado por narcotráfico.
Rechazo a un gobierno de derecha
Para Sánchez, un gobierno de la derecha y la ultraderecha sería un «error histórico».
Respecto a Vox, ha dicho que «bastante revuelta interna tienen ya sin llegar a gobernar», en alusión a su conflicto con la organización juvenil Revuelta, afín al partido, por el supuesto desvío de fondos recaudados para los damnificados por la dana.
Ha advertido de que en Vox «ya apuntan maneras» y ha incidido en que su líder, Santiago Abascal, como exmilitante del PP, «demuestra haber aprendido bien las técnicas» de su anterior partido.
No obstante, ha reafirmado que, pese al «ruido», en el Gobierno no se van a olvidar de a quiénes sirven, ni quiénes son y lo que han logrado en los últimos siete años por las mujeres y por el país.
«Ni lo tenemos que hacer ni lo vamos a hacer porque yo tengo muy claro cuál es el momento histórico en el que se encuentra nuestro país», ha sentenciado Sánchez, consciente del «complejo» contexto internacional y de su debilidad parlamentaria.
Palabras a Sumar
En este sentido, se ha dirigido a su socio, Sumar, al que ha asegurado que escucha, valora y respeta y ha garantizado que sabe cuál es su responsabilidad como Gobierno de coalición progresista y que no la va a eludir.
«Y si para hacerlo tenemos que aguantar campañas de acoso personal, mentiras, en definitiva, fango, lo haremos, lo haré», ha dicho el jefe del Ejecutivo, convencido de que la «derecha mediática» tiene como objetivo planificado amplificar el ruido para que la gente ser harte.
La España real, ha insistido, es muy distinta al país «gris y oscuro» que reflejan algunas tertulias y al que muchos quieren volver, ha insistido antes de reiterar su determinación a continuar porque aún «queda mucho por hacer» y este no es aún el país con el que soñaron cuando llegaron a la Moncloa en 2018.


