La historia de las dos niñas sigue muy presente después de que su padre, Tomás Gimeno, acabase con la vida de ambas para atormentar a la madre
Este jueves se cumplen dos años del asesinato de Anna y Olivia. Tomás Gimeno acabó con la vida de sus hijas para causar el mayor daño posible a la madre de las menores. La sociedad y las instituciones se volcaron en la búsqueda de las dos niñas durante semanas.
Las pequeñas Anna y Olivia no volvieron a casa. Han pasado dos años y su historia sigue muy presente. Su padre acabó con sus vidas sin desvelar su paradero para atormentar de por vida a la madre de las niñas. El hallazgo del cuerpo de Olivia culminó con 40 días de angustiosa búsqueda; un caso de violencia vicaria que commocionó al mundo.
Los primeros indicios llevaron a pensar que Tomás Gimeno podría haberse llevado a las niñas en una embarcación de su propiedad, que fue localizada a la deriva, frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife. Esa fue la pista que llevó a intervenir al buque Ángeles Alvariño en una búsqueda que acabó con una espera cruel, pero también con la esperanza de encontrar vivas a Anna y Olivia.
Hoy, sus manos entrelazadas representan la lucha de toda una sociedad para acabar con la violencia vicaria.