El periodista vasco, Jon Sistiaga, se estrena en su primera novela `Purgatorio´y asegura que hay más de 300 asesinatos aún por resolver
El periodista vasco Jon Sistiaga se estrena en su primera novela, «Purgatorio«, en el uso de la ficción para «dar una patada» a la «amnesia colectiva» con la que inexplicablemente, a su juicio, se vive en Euskadi tras el fin de ETA, pese a que muchos adolescentes no sepan quién fue Miguel Ángel Blanco y siga habiendo víctimas esperando por «perdón y respuestas».
«Me ha salido una novela entre Baroja y Tarantino que no he necesitado documentar porque nací a la vez que ETA y he cubierto el conflicto vasco durante 30 años, y en la que, gracias a la ficción, he podido saltarme las reglas del ‘off the record’ para contar lo que muchas veces estaba vedado», ha comentado. Lo ha hecho este miércoles en la presentación en rueda de prensa de su primera, y quizás no última, incursión novelística.
El reportero de investigación muestra en este trabajo, de la mano de personajes hechos de retales de otros que conoció y con los que trató, que «todos los asesinos se parecen«. Recuerda además que, frente al vigente «espejo de tranquilidad», aún hay «más de 300 asesinatos de los 70 y 80 por resolver».»Lo que significa que hay, al menos, 200 personas de entre 65 y 85 años deambulando por Euskadi que saben qué pasó, que tienen las respuestas porque fueron ellos o porque saben quién lo hizo».
«Dulce amnesia colectiva»
«Estos son los que tienen las respuestas para mucha gente y los que no deberían permanecer callados«, considera Sistiaga. Cree además porque lo ha visto en otros sitios, que «pasar página rápidamente por querer vivir sin un atentado diario es normal». Pero puede hacer «que no te interpeles a ti mismo sobre lo que hiciste o dejaste de hacer durante aquellos años».
A su juicio, en el contexto de la actual «dulce amnesia colectiva«, esta novela negra «puede incomodar al lector«, sobre todo al vasco o a quien estuvo cerca de la actividad de ETA, «porque ahora la gente no se pregunta, no se lo cuenta a sus hijos, lo que tiene el efecto funesto de que quienes, de verdad, se tienen que sentir interpelados, los que hicieron el mal, no sienten que tienen que pasar por el purgatorio«.
Jon Sistiaga no sabe «si existe una vía vasca de resolución de conflictos o si la vía vasca puede ser un ejemplo para otros conflictos, como fueron la irlandesa, la sudafricana o la colombiana de justicia restaurativa». Lo que sí cree es que «el único método que no debiera existir es el del olvido«. Y recalca que, tal y como está demostrando ahora la invasión rusa de Ucrania, «eliminar a quien no piensa como tú» nunca debe ser el camino porque «la violencia destroza muchas vidas«.