Los vecinos esperan recuperar sus pertenencias mientras avanzan los trabajos para garantizar la estabilidad del edificio
El pasado fin de semana, un edificio en la localidad de Vecindario, en Gran Canaria, fue desalojado de manera urgente ante el riesgo de derrumbe. Esto generó una situación de incertidumbre para los vecinos afectados. Ahora, tras cuatro días fuera de sus hogares, esperan poder regresar a recoger sus pertenencias, mientras las autoridades y la empresa propietaria del inmueble trabajan en medidas para garantizar su estabilidad y seguridad.

Durante la jornada de ayer, los operarios finalizaron los trabajos de apuntalamiento, un paso clave para evitar que la estructura sufra más daños y permitir que los residentes accedan al edificio de manera controlada. La empresa propietaria coordina estas labores con la supervisión de técnicos municipales y del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, quienes evalúan la situación para determinar si el edificio es habitable o si requiere medidas más drásticas.
Mientras tanto, los vecinos continúan en una espera tensa. Muchos han tenido que alojarse en casas de familiares o buscar soluciones temporales, sin saber aún cuál será el destino final de sus viviendas.
