El programa de reconstrucción de alrededor de 11.000 millones de euros incidirá en la reconstrucción de viviendas, infraestructuras y desarrollo socioeconómico en estas áreas
El rey Mohamed VI de Marruecos ha desvelado que el país destinará 120.000 millones de dirhams (alrededor de 11.000 millones de euros) a las tareas de reconstrucción en las provincias afectadas por el terremoto de magnitud 6,8 en la escala abierta de Richter que sacudió el país el 8 de septiembre, que dejó cerca de 3.000 muertos.
El Gabinete Real ha especificado en un comunicado que el anuncio se formuló durante una reunión en el Palacio Real de Rabat para abordar el programa de reconstrucción en estas áreas, al hilo de las mantenidas el 9 y el 14 de septiembre para abordar la tragedia.
Así, ha indicado que el presupuesto estimado asciende a 120.000 millones de dirhams, que se emplearán durante un periodo de cinco años en las seis provincias afectadas —Al Hauz, Azilal, Chichaua, Marrakech, Tarudant y Uarzazate–, con un total de 4,2 millones de beneficiarios.
La financiación para este programa se obtendrá a través de los Presupuestos Generales, las contribuciones de las colectividades territoriales y la cuenta especial creada para gestionar las consecuencias del seísmo, además de las donaciones y la cooperación internacional.
El documento subrayar que el programa abarca la reconstrucción de viviendas y la mejora de infraestructuras, así como el refuerzo del desarrollo socioeconómico en estas áreas, a partir de un modelo de acción con un total de cuatro ejes.
Programa con cuatro ejes
Los cuatro ejes pasan por «realojar a las personas siniestradas, reconstruir las viviendas y rehabilitar las infraestructuras; romper el aislamiento y mejorar los territorios; acelerar la reabsorción los déficits sociales, especialmente en las zonas montañosas afectadas por el seísmo; y alentar la actividad económica y el empleo, así como valorar las iniciativas locales».
Asimismo, aborda igualmente la creación en cada región es una plataforma de reservas de primera necesidad para hacer frente de forma inmediata a posibles catástrofes nacionales, según ha informado la agencia estatal marroquí de noticias, MAP.
Por otra parte, Mohamed VI ha incidido en la importancia de «estar permanentemente a la escucha de la población local para dar soluciones adaptadas» y ha abogado por «una gobernanza ejemplar», al tiempo que ha manifestado que el programa debe convertirse «en un modelo de desarrollo territorial integrado y equilibrado».
El primer ministro de Marruecos, Aziz Ajanuch, destacó el lunes que el Gobierno trabaja para «el buen desarrollo» de las operaciones de reconstrucción y recalcó que «tendrán en cuenta el refuerzo de las infraestructuras y la mejora de la calidad de los servicios públicos».
Ante la tragedia, la comunidad internacional ha ofrecido ayuda humanitaria, si bien Rabat ha aceptado tan solo la de unos pocos países, entre los que está incluido España. Mohamed VI, por su parte, estuvo ausente durante los primeros días posteriores al suceso. El 12 de septiembre apareció por primera vez en público durante una visita a un hospital de Marrakech donde se recuperan cientos de heridos.