La región africana ha evitado, de momento, el efecto devastador de la pandemia visto en otras zonas como Europa o América.
África sobrepasó este viernes la barrera de los 100.000 muertos por el impacto de la covid-19, mientras el continente afronta una segunda ola de la enfermedad e intenta acelerar el despliegue de vacunas contra el coronavirus.
Desde que se detectó el primer contagio continental, el 14 de febrero de 2020 en Egipto, los 55 países miembros de la Unión Africana (UA) acumulan 100.294 fallecimientos (4 % del total mundial), informaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (África CDC).
Hasta la fecha, la región ha registrado 3,79 millones de contagios (3,5 % del total mundial), de los que 3,34 millones de pacientes consiguieron recuperarse, señaló África CDC en un boletín con datos vigentes a las 06:00 GMT de este viernes.
Último continente en alcanzar los 100.000 decesos
África es el último continente, excepto Oceanía, en alcanzar el umbral de las 100.000 muertes -que Europa, por ejemplo, ya cruzó en abril de 2020-, aunque su tasa de mortalidad es del 2,6 %, superior al 2,2 % mundial, según África CDC, organismo dependiente de la UA.
A tenor de los datos oficiales, la región africana ha evitado, de momento, el efecto devastador de la pandemia visto en otras zonas como Europa o América.
No obstante, el continente solo ha efectuado algo menos de 37 millones de test en una población de unos 1.300 millones de personas, circunstancia que sigue impidiendo tener una idea clara sobre el verdadero alcance de la pandemia en África.
Cinco países representan el 67 % de todos los casos notificados en África: Sudáfrica (40 %), Marruecos (13 %), Túnez (6 %), Egipto (5 %) y Nigeria (4 %).
Acelerar la vacunación
Los esfuerzos del continente se centran actualmente en tratar de acelerar el despliegue de vacunas, si bien se encuentra muy a la zaga en comparación con los países desarrollados, que ya han lanzado campañas masivas de inoculación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que durante semanas instó a los países más desarrollados a donar sus excedentes de vacuna a naciones pobres, pidió este jueves que esas donaciones se coordinen bien a través de plataformas globales como COVAX, a fin de evitar repartos desiguales.