La pornografía entre los menores desactiva la empatía, normaliza la violencia contra las mujeres y construye un imaginario sexual tóxico
Los expertos han alertado de que la pornografía se usa entre los menores como tutorial para las relaciones sexuales. Hay estudios que demuestran la relación directa entre la pornografía y la violencia sexual.
El último caso de violación grupal perpetrada por menores de edad -esta vez en Badalona y con una niña de 11 años como víctima- ha vuelto a poner sobre la mesa las agresiones sexuales a manos de jóvenes, cuyas denuncias aumentaron un 58% entre 2020 y 2021, según los últimos datos disponibles.
En 2021 se incoaron 2.625 procedimientos por delitos contra la libertad sexual con menores implicados, frente a los 1.661 de 2020, según la Memoria anual de la Fiscalía.
Además, el Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizó 439 menores condenados por delitos sexuales en 2021 (un 12,6% más que el año anterior), los cuales cometieron 609 delitos de naturaleza sexual, casi 300 con un menor de 16 años como víctima de la agresión.
La pornografía normaliza la violencia contra las mujeres
Abuso sexual real fueron las palabras más buscadas en internet en 2022 en relación a la pornografía. Los estudios demuestran que los menores quieren emular lo que ven en el porno.
La investigación indica que la pornografía desactiva la empatía, normaliza la violencia contra las mujeres y construye un imaginario sexual tóxico.
Los expertos indican que la curiosidad sexual debe tener respuesta desde las administraciones públicas fuera de un mercado competitivo como el del porno.
Las redes sociales funcionan como ventana de captación de menores para una industria dominada por once grandes compañías mundiales. Según Forbes, el director general de Only Fans se ha hecho con 500 millones de dólares de fortuna personal en los dos últimos años.