Es uno de los menores no acompañados que llegan a Canarias. Boido lo hizo hace 3 años a la isla de Lanzarote en cayuco
Boido es uno de los menores no acompañados que llegaron hace 3 años a las islas en un cayuco desde Senegal. Ahora, ha aprendido un oficio gracias a la Fundación Canaria El Buen Samaritano.
Alcanzó Canarias, la isla de Lanzarote, en un cayuco en 2020. Boido trabaja en una finca de 15.000 metros en Güímar, Tenerife, adonde prende nociones de agricultura.
Mientras se está tramitando su documentación, confía en que con la formación que está recibiendo pueda trabajar para su sustento y el de su familia, además, con la idea de un proyecto en el futuro.
Este proyecto de integración está impulsado por la Fundación Canaria El Buen Samaritano, que tutela a 52 migrantes.