La campaña contra incendios 2023 en Gran Canaria se ha presentado este miércoles. Tendrá una brigada especializada en trabajo en incendio con drones
La campaña, según ha detallado el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, en una rueda de prensa, comienza oficialmente el día 12 de junio y finalizará el 31 de octubre. Tendrá un periodo de alto riesgo del 1 de julio al 30 de septiembre.
El dispositivo incluye las unidades Presa, las brigadas terrestres Bravo, agentes de Medio Ambiente, los Bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, técnicos del Cecopin, vigilantes y patrullas, además de encargados de personal y logística que conforman «uno de los operativos contra incendios mejor preparados de España», ha dicho.
Se suman a este dispositivo dos helicópteros, uno operativo todo el año y otro durante seis meses, ambos con base en Artenara. Además también se incluye la Brigada Cernícalo, que incorpora cerca de una decena de pilotos de drones equipados con cámara térmica.
Riesgo de incendios todos los meses
Entre las novedades de esta campaña, ha insistido en que es un dispositivo con «gran experiencia» y reconocimiento fuera de Canarias. Ha recordado el operativo de dos helicópteros con contrato plurianual, así como las 10 brigadas terrestres, 6 equipos Presa y cinco patrullas operativas del 15 de marzo al 31 de diciembre que cuentan con «12 nuevos vehículos pickup totalmente equipados» para su cometido.
En el ámbito del personal, ha celebrado que se ha finalizado el proceso selectivo de las listas de reserva, lo que va a permitir «agilidad de personas para cubrir los puestos de capataz, operario, conductores de vehículos especiales y encargados» si fuese necesario.
Próximamente, ha dicho, se entregarán a los dispositivos 42 vehículos todoterreno y vestuario específico, con una inversión de casi 4 millones de euros.
A su vez ha recordado que «se ha consolidado el refuerzo del Cecopin» con la incorporación de cuatro gestores, técnicos y operarios de vigilancia el pasado año.
Morales ha advertido que ya no hay prácticamente un mes en el año en el que no haya riesgo de incendio. Ha dicho que la isla «está ante un año complicado por un invierno seco con escasas lluvias» que encadenan además «varios años de sequía en la isla y la sequedad del suelo», «que supone un riesgo mayor de propagación del fuego».
Aunque ha recordado que desde los grandes incendios de 2019 «se ha mantenido la vigilancia, la rápida intervención en los conatos, evitando que esta isla sufra nuevamente los efectos devastadores de los incendios», la isla «no puede bajar la guardia».
Ha recordado «la preparación y la constancia del personal, junto a la sensibilización también cada vez mayor en la sociedad», como «factores principales que evitan dolorosas imágenes como las que hemos vivido en la isla», y ha reconocido también «el papel de la mejora de los equipamientos para la prevención y la intervención de los equipos del medio ambiente por tierra y aire».
Importancia del trabajo preventivo
También ha señalado la importancia del trabajo preventivo «de las quemas controladas, el trabajo del campesinado, y la consolidación de la colaboración de los pastores de Gran Canaria».
«Los incendios forestales constituyen la principal amenaza para los montes, tanto por la pérdida de superficie forestal, como por los daños ambientales, recreativos, productivos y las consecuencias gravísimas para las personas, los bienes o el patrimonio», ha insistido el presidente insular.
Principales causas por mano del hombre
Ha agregado que la práctica totalidad de los incendios se deben «a causa humana» ya sea provocados o por imprudencia, por lo que ha pedido respetar escrupulosamente las indicaciones y las medidas de prevención.
El director técnico de Emergencias de la Corporación, Federico Grillo, ha detallado que el año pasado «no hubo ningún incendio» considerando incendio a partir de 10.000 metros cuadrados (una hectárea), y hubo solo conatos, 26 concretamente, con dos hectáreas y media afectadas.
La cifra de cero incendios «es un récord y un éxito» pero ha advertido que «no debemos dormirnos los laureles, porque los incendios no se mueven por la estadística» y ha recordado que «hay años que un solo incendio quema muchísimo, como en 2019»