Gran Canaria se prepara para la temporada de verano y trabaja para prevenir los incendios. En Tenerife continúan las labores de reforestación del pinar de Arico un año después del incendio
Prevención de nuevos incendios en la Cumbre de Gran Canaria
A lo largo de esta semana, el Cabildo de Gran Canaria ha trabajado intensamente para prevenir los grandes incendios en las zonas forestales de la Cumbre. Ha realizado varios cortafuegos, una medida para evitar la propagación de las llamas.
Los incendios de verano llegan a alcanzar llamas de hasta 50 metros de altura, pero las quemas controladas impiden que esto ocurra. El objetivo de estos cortafuegos es eliminar la vegetación muerta y limpiar en zonas estratégicas para tratar de frenar los grandes incendios.
Federico Grillo, jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, cuenta que se ha percatado de que «las las zonas de quema se han convertido en pinares mucho más resistentes al paso de los incendios». Habla de las zonas previamente tratadas como medida preventiva en los tres grandes incendios de los últimos años.
Asegura que «fuera de las zonas tratadas, el fuego había subido a copas y había dañado muchísimo el pinar.» Incluso en algunos casos», comenta, «los había eliminado». Por otro lado, afirma que esas zonas «eran las que mejor estaban después de los incendios».
«Respetamos parte de la vegetación viva, la parte herbácea», explica, «y tampoco afectamos mucho al suelo, siempre queda una pequeña capa de pinocha que lo va a proteger de cara a la erosión».
Además, las labores de prevención que se realizan en la Isla son motivo de estudio para los bomberos de la Comunidad de Madrid, que aprenden estos días cómo realizarlas. Raúl Fernández, jefe de actuación de Bomberos Madrid, ha explicado que uno de sus «mayores problemas es que los incendios se alargan mucho en el tiempo con las complicaciones que eso supone para una Comunidad Autónoma como Madrid».
Reforestación en Arico, Tenerife
En la otra isla capitalina, Tenerife, comienza a rebrotar el pinar de Arico tras el incendio de 2021. Hace algo más de un año que este incendio arrasó unas 3.000 hectáreas de terreno. La mayor afección fue en superficie pero, Pedro Martínez, jefe del Servicio Técnico de Gestión Forestal del Cabildo de Tenerife, explica que hay «zonas en donde se canalizó el fuego, sobre todo en barrancos, y cogieron carreras de mucha intensidad».
Afectó igualmente a las copas de los árboles, por lo que desde el Cabildo han creado un proyecto técnico para tratar de mejorar el ecosistema. La consejera de gestión del Medio Natural del Cabildo de Tenerife, Isabel García, ha explicado que 15 personas han estado «trabajando durante seis meses de manera muy intensa para tener estos resultados». Afirma que gracias a este proyecto puede verse «cómo se empieza a regenerar el pino canario».
En este sentido, el pino canario tiene un gran poder de resiliencia tras los incendios. Por otro lado, las lluvias también han ayudado en esta regeneración, cuyos trabajos se han enfocado en las cuencas de los barrancos.
A este respecto, Jorge Padilla, técnico de Gestión Forestal del Cabildo de Tenerife cuenta que «después del paso del fuego, el suelo queda menos sujeto ya que la pinocha que antes lo sujetaba ha desaparecido».
De ahí que se hayan centrado en «obras de control de erosión hídrica» creando estructuras para retener el terreno y favorecer la reactivación de las zonas. Estas estructuras, llamadas fajinas, evitan además, que se produzcan escorrentías que puedan afectar a las poblaciones.